Irak: esperanzas limitadas
1 de febrero de 2005El rotativo francés Libération escribe: “¿Podrá sobrevivir Irak? Los electores no votaron a favor de la democracia iraquí, sino por la causa de los chiítas (la mayoría) o por la de los curdos (plena autonomía). La primera tarea para el futuro estado será encontrar un modus vivendi entre los tres bandos. La masiva abstención entre los sunitas es un voto de desconfianza. Sin embargo, la alta participación en los comicios ha demostrado el fuerte deseo de una pacificación del país.”
Bush debe salir de su trinchera
El diario sueco Svenska Dagbladet: “Bush y Blair se pueden concentrar ahora en finalizar su tarea. Hay que anotar como positivo que las elecciones colocaron el fundamento para un aumento de la ayuda internacional y una mayor seguridad. Los comentarios desde Berlín y París dan la impresión de que ambos están dispuestos a olvidar antiguas disputas. Para Bush, este es el momento de salir de su trinchera. Es hora de actuar conjuntamente.”
Cada uno por lo suyo
El periódico alemán Süddeutsche Zeitung anota: “Decir que los iraquíes hayan votado en contra del terror es sólo una parte de la verdad y delata muy poco sobre los verdaderos motivos y las esperanzas de los votantes, y menos aún sobre el significado del resultado para el futuro del país. Lo único seguro es que los chiítas votaron por chiítas, los curdos por los curdos y que los sunitas se quedaron en casa. Como perspectiva para el futuro y cuando los estadounidenses se hayan retirado, los iraquíes se quedarán con la desintegración, los golpes de estado y posiblemente con una guerra civil”
Ahora le toca a Europa
El diario español ABC opina: “El pueblo iraquí ha dado una lección de democracia y, en las peores circunstancias, ha acudido a votar en una proporción que supera las previsiones más halagüeñas. [...] La comunidad internacional y, en particular Europa, tiene la oportunidad de demostrar con los hechos que cree en lo que dice. Ayer todo eran parabienes de los ministros de Exteriores de la UE hacia el satisfactorio resultado. Si hasta ahora la mayoría de los socios (con la lógica excepción de Gran Bretaña) había dejado entrever su desconfianza en la viabilidad de ese proceso democrático, a partir de hoy tienen la responsabilidad de contribuir a su consolidación sin reticencias ni falsas excusas. Agarrarse a los errores de gestión de Washington es un consuelo egoísta.”