“Il Cavalliere” no es omnipotente
15 de enero de 2004El presidente italiano Silvio Berlusconi se había librado hasta ahora de las garras de la justicia italiana. El Tribunal Constitucional italiano dictó sentencia sobre la ley de inmunidad aludiendo que vulnera los principios de igualdad y derecho de defensa registrados en la Carta Magna.
Historial de corrupción
Belusconi acarrea el proceso desde hace años. Fue acusado de corrupción cuando evitó la venta de la empresa pública alimentaria SME a su rival empresarial, Mario de Benedetti, propietario del Grupo Editorial Expresso y el diario La República. En el proceso, Berlusconi aludió como excusa sus compromisos oficiales para no acudir a las vistas. Por esta razón, la justicia italiana se vio obligada a dividir el caso y juzgar a los culpables por separado.
Mientras los más estrechos colaboradores de Berlusconi eran condenados a varios años de cárcel, el presidente salía inmune a causa de la ley. Cesare Prevetti (ex ministro de defensa italiano), uno de los más cercanos al dirigente italiano, fue condenado a 5 años de prisión por corrupción.
El tribunal consideró probado que 434.000 dólares salieron de las cuentas de la compañía Fininvest, propiedad de Berlusconi, y a través de Previtti, llegaron a manos del juez Squillante. Berlusconi salió “temporalmente inocente” del caso debido a la ley de inmunidad aprobada por el parlamento, en lo que la oposición calificó de una ley hecha a la medida de los interesas de Berlusconi. Esta ley otorgaba inmunidad a los presidentes de la república, los componentes de las cámaras y los miembros del Tribunal Constitucional.
¿Nueva era de “transparencia” en Italia?
La declaración del tribunal se une al anuncio del Presidente de la República, Carlo Azeglio, de devolver al parlamento la nueva ley dictada para regular el sistema televisión nacional, que muchos asocian a los intereses de Berlusconi, por ser un magnate de la televisión privada. Además de estas medidas, el gobierno de Berlusconi promovió otras medidas polémicas como la posibilidad para vetar a un juez si se sospecha de su parcialidad o despenalizar la falsificación de balance.
El fallo del Tribunal Constitucional italiano constituye ahora un nuevo panorama político en la república. La oposición, que ya había calificado las condenas por el caso como “condena moral” de Berlusconi, aplaudió la decisión del juez. El promotor de la consulta, el ex fiscal anticorrupción Antonio Di Pietro, declaró que la nueva decisión puso de relieve su “inmoralidad”.
Desde las filas de Forza Italia, partido de Berlusconi, se ha calificado el fallo como una sentencia política, que aleja a Italia de Europa, donde, en muchos países, existe dicha ley de inmunidad. El primer ministro italiano se encontró con un nuevo frente a su regreso de las vacaciones de navidad. Deberá saldar sus cuentas con la justicia por el caso de SME y por otros que todavía le quedan pendientes en los tribunales.