Hasta 50 grados: así se combate en Irak el calor extremo
13 de agosto de 2025Esta semana, cuando Irak sufrió un apagón casi generalizado, las calles de Bagdad y otras ciudades importantes del país quedaron a oscuras. Solo las luces de los coches que pasaban iluminaban las aceras.
Este país de Oriente Medio está atravesando actualmente las temperaturas más altas del verano: en Bagdad se alcanzaron los 50 grados centígrados durante el apagón. En otros lugares, incluso más. El corte de electricidad hizo que muchos habitantes recurrieran a la máquina a la que siempre acuden en momentos como este: los generadores eléctricos privados, que pueden encontrarse casi cada dos manzanas en Bagdad y otras ciudades iraquíes.
Se estima que hay más de 4,5 millones en todo el país. Los que alimentan calles enteras de los suburbios son de tamaño industrial, normalmente más grandes que un camión, y se encuentran aparcados entre casas.
La red eléctrica de Irak es ineficiente
La red eléctrica nacional iraquí es obsoleta y pierde entre el 40 y el 50 por ciento de la energía producida durante su transmisión. Además, los veranos más calurosos, el crecimiento demográfico y el uso cada vez mayor de equipos como los aires acondicionados hacen que la red nacional sea incapaz de satisfacer la demanda. El Ministerio de Electricidad de Irak afirma que el país necesita entre 50 000 y 55 000 megavatios en pleno verano. Mientras que la red eléctrica nacional solo puede suministrar alrededor de 27 000 megavatios.
La razón del corte de esta semana sigue sin estar clara, aunque algunos funcionarios afirmaron que se debió al exceso de demanda en el sur de Irak. Pero, incluso en los mejores días, las centrales eléctricas estatales de Irak solo suelen suministrar entre ocho y doce horas de electricidad al día. Por eso, la mayoría de los iraquíes que pueden permitírselo pagan una suscripción al propietario de su generador local.
"El suministro poco fiable de la red nacional ha convertido la generación privada de electricidad en una parte fundamental, aunque problemática, del ecosistema eléctrico de Irak”, explicaba en un informe de julio de 2025 el Instituto Baker de Política Pública, con sede en la Universidad Rice de Texas. "Cada hogar o negocio tiene una conexión independiente, conocida como al-khat (la línea), a un generador privado cercano que suministra electricidad a quienes se encuentran en un pequeño radio cuando la red eléctrica nacional de Irak se cae”, señala el instituto.
Electricidad por suscripción
Los propietarios de los generadores venden energía a los residentes mediante una suscripción, basada en la cantidad de amperios que desea cada hogar, en lugar de la cantidad real de energía consumida.
Los precios varían según las regiones iraquíes, pero el precio medio por amperio ronda los 8,40 dólares (7,21 euros), según un informe de enero de 2025 publicado en la revista Renewable Energies. Esto significa que la mayoría de los hogares acaban pagando alrededor de 100 dólares (86 euros) al mes por la energía del generador.
"El hogar está conectado al generador a través de un disyuntor ajustado a ese umbral de amperios”, explican los expertos del Instituto Baker. "Esto significa que el disyuntor se disparará cada vez que la corriente consumida supere el límite acordado, desconectando completamente al cliente”.
Estudios previos sobre el negocio de los generadores en Irak, que no está regulado, concluyen que los habitantes locales podrían estar gastando más de 4000 millones de dólares al año en el. Se trata de un negocio lucrativo, con vínculos documentados con políticos y líderes militares, la llamada "mafia de los generadores”.
Contaminación acústica y daño medioambiental
Aunque los generadores privados pueden ser útiles, e incluso salvar vidas en momentos de máximo calor, también tienen un lado oscuro. Estas enormes y sucias máquinas funcionan con diésel y emiten dióxido de carbono, contaminantes, aguas residuales sucias y ruido. Además, consumen mucha agua para refrigerarse. "Suponen un grave riesgo para la salud pública y el medio ambiente, con una contaminación atmosférica y un ruido extremos”, confirma el informe del Instituto Baker.
Es una especie de círculo vicioso: además de causar contaminación local, los generadores privados probablemente también contribuyen a la degradación medioambiental y al cambio climático, lo que hace que los iraquíes los necesiten aún más.
(mn/ms)