Germania kaputt
29 de abril de 2004
Los titulares de la prensa rumana lo dicen todo: “Hemos aplastado a Alemania”, “Blitzkrieg en Bucarest”, “Increíble pero cierto”, “Germania kaputt”. La primera victoria desde 1967 de Rumania sobre Alemania, por un sorprendente 5-1 en el partido amistoso en Bucarest, desató satisfacción y euforia en el país. La alegría es merecida.
Alemania humillada
El entrenador alemán, Rudi Völler, pidió disculpas al público y los seguidores, y admitió que debe asumir parte de la culpa. "Coloqué a algunos jugadores en posiciones que no dominan", como Carsten Ramelow y Jens Jeremies como centrales en la defensa, por ausencia de los titulares, explicó.
"Me faltan las palabras, no sé qué decir. En el primer tiempo nos dejamos descuartizar", dijo Kahn a la televisión alemana después del encuentro. Kahn jugó solo el primer tiempo, que finalizó con un parcial de 4-0, resultado no experimentado desde 1913, ante Bélgica. La última derrota de Alemania con diferencia de cuatro goles fue contra Inglaterra en 2001, también por 5-1.
Análisis sorprendente
En Alemania se escuchan también las voces de aquellos que siempre lo saben todo. A veces, con conclusiones sorprendentes: La culpa de la crisis del fútbol alemán la tiene la restrictiva política inmigratoria practicada durante años por gobiernos conservadores, afirmó hoy el diputado europeo Daniel Cohn-Bendit, al analizar la humillante derrota.
"El fútbol alemán perdió 20 años de inmigración", constata Cohn- Bendit y compara el éxito que tuvo Francia con otra política hacia los extranjeros. El mejor ejemplo de la ventaja que tiene el actual campeón de Europa es el caso de Zinedine Zidane. ¿Debería ahora Alemania empezar a importar argelinos? ¿Pero quién podía esperar que los rumanos jugaran como brasileños?
Elogios de Kahn
El portero de la selección alemana, Oliver Kahn, encontró palabras más adecuadas para describir el desastre de Bucarest. “Hemos recibido una lección de fútbol que no olvidaremos durante mucho tiempo. Tienen un equipo muy bueno. Hemos tenido algunos jugadores lesionados, pero esto no es una excusa” declaró a la revista rumana “Gazeta Sporturilor”.
A los aficionados alemanes sólo les queda buscar consuelo en las estadísticas: en la calificación para el último Mundial perdieron 1-5 contra los ingleses. Cierto. ¿Y quien terminó siendo subcampeón? ¡Alemania!
Y si las estadísticas también fallan, al aficionado germano sólo le quedará una: La próxima vez que se siente ante un televisor para ver un partido de una selección nacional alemana, optará por la de las mujeres. Ellas por lo menos ganan.