Gaza: cuando suena el laúd, la guerra se silencia por un momento
En las ruinas de Gaza, jóvenes estudiantes de música se aferran a sus instrumentos y encuentran un momento de esperanza y dignidad en la música, en medio del hambre, el miedo y la pérdida.
Juntos contra el miedo
Gaza College, una escuela en la ciudad de Gaza. Las paredes del edificio están plagadas de metralla y las ventanas reventadas. Tres chicas y un chico toman una clase de guitarra con su profesor Mohamed Abu Mahadi. Él cree que la música puede ayudar a los residentes de la Franja de Gaza a sanar psicológicamente del dolor de los bombardeos, la pérdida y la privación.
Seguir enseñando
A principios de 2024, Ahmed Abu Amsha, profesor de guitarra y violín, fue uno de los primeros profesores y alumnos del Conservatorio Nacional de Música Edward Said en ofrecer clases nocturnas de nuevo a los desplazados por la guerra en el sur de Gaza. Ahora vive de nuevo en Ciudad de Gaza, en el norte.
"La música me da esperanza"
"La música me da esperanza y alivia mi ansiedad", dice Rifan al Qassas, de 15 años, quien comenzó a aprender a tocar el oud, un laúd árabe, a los nueve años. Al Qassas espera poder actuar en el extranjero algún día. La gente está profundamente preocupada por volver a verse desarraigada tras la decisión del gabinete israelí el 8 de agosto de tomar el control de Ciudad de Gaza.
Bajo las condiciones más difíciles
Frente a la carpa del profesor de música, la Ciudad de Gaza se encuentra en ruinas. Casi todos los residentes están hacinados en refugios o campamentos de emergencia, la comida, el agua potable y la ayuda médica escasean. Estudiantes y profesores están debilitados por el hambre y algunos tienen dificultades para asistir a las clases.
Algo hermoso para compensar la muerte y el sufrimiento
El palestino Youssef Saad posa con su laúd frente a una escuela destruida. Solo unos pocos instrumentos sobrevivieron a los combates. A sus 18 años, Youssef ya tiene un gran sueño: "Espero poder enseñar música a niños para que puedan ver la belleza a pesar de la destrucción".
Hora del espectáculo
A pesar de las terribles condiciones, aprender a tocar instrumentos aún requiere una actuación frente al público. En una carpa, los estudiantes de música muestran sus habilidades y reciben fuertes aplausos. El repertorio musical es muy variado. Un estudiante de guitarra de 20 años dice: "Me encanta descubrir nuevos géneros, pero sobre todo el rock, me apasiona el rock".
Feliz por un momento
Cantar también juega un papel importante. Las armonías de las voces infantiles en el escenario improvisado contrastan con el ritmo de las explosiones mortales que la gente de Gaza vive a diario.
Música contra el dolor
Osama Jahjouh toca la flauta ney, usada en la música árabe, persa y turca. "A veces recurro a ejercicios de respiración o toco en silencio cuando el bombardeo es intenso. Cuando toco, siento que puedo respirar de nuevo, como si el ney liberara el dolor que siento dentro de mí", expresa. (rr/lgc)