En México se hablaba de "pornovenganza” si alguien difundía en las redes sociales imágenes íntimas de otra persona sin el consentimiento de esta. Pero no había castigo. Olimpia Coral dejó que su novio hiciera una grabación de sus relaciones sexuales. Él la publicó sin su consentimiento. El video se hizo viral. La joven de 18 años recibió todo tipo de mensajes. La criticaban y culpaban. Cuando fue a denunciar le dijeron: "eso no es un delito”. Ella seguía sufriendo angustia y el daָño a su reputación, no solo en su pueblo. Las redes sociales la exponían ante el mundo entero. Intentó suicidarse. Finalmente logró revertir su papel y comenzó a hacer activismo. Sabía que muchas mujeres sufrían ese tipo de violencia. México aprobó la Ley Olimpia que sanciona la violencia digital en 2019. Le siguieron Argentina y Panamá. Hoy Olimpia Coral trabaja junto a otras mujeres en la difusión y promoción de la cultura digital con perspectiva de género desde la organización Defensoras Digitales.