Friedrich Merz quiere revitalizar lazos con París y Varsovia
27 de febrero de 2025Friedrich Merz se reunió con el presidente Emmanuel Macron en una cena confidencial en París, apenas tres días después de la victoria del conservador en las elecciones alemanas. Sin embargo, Merz aún no es canciller; el socialdemócrata Olaf Scholz sigue en el poder.
Hay una razón para las prisas: el presidente estadounidense Donald Trump podría estar a punto de negociar la paz en Ucrania con el presidente ruso Vladimir Putin, una paz dictada. Porque ni Ucrania ni la UE se sientan a la mesa de negociaciones. Trump quiere dejar en manos de los europeos cualquier garantía de seguridad posterior para Ucrania y hacer pagar cara la ayuda militar estadounidense prestada hasta ahora, con los recursos naturales ucranianos.
Merz quiere convertir a Alemania en una "potencia líder"
Macron fue el primer europeo que visitó a Trump en Washington esta semana, pero no pudo conseguir nada sobre el tema de Ucrania. También sigue en pie la amenaza de aranceles estadounidenses a la importación de productos europeos. Trump ha llegado a decir sobre el tema del comercio que la UE se fundó "para fastidiar a Estados Unidos".
Merz ha acusado al actual gobierno alemán de ser demasiado pasivo en materia de política exterior. Como jefe de Gobierno, daría prioridad a revitalizar las relaciones con Francia y Polonia. Juntos forman el llamado Triángulo de Weimar, que antaño desempeñó un importante papel. Hoy, es sólo una sombra de lo que fue.
Noticias esperanzadoras desde Varsovia
Durante el mandato de Scholz, que formó coalición con los Verdes y -hasta finales del año pasado- también con el liberal FDP, se repitieron las tensiones tanto con Francia como con Polonia. Por ejemplo, el gobierno alemán de centro-izquierda tenía ideas completamente diferentes a las del gobierno polaco sobre migración y muchas cuestiones sociales. Esto ha mejorado desde que el liberal primer ministro polaco Donald Tusk asumió el cargo.
Polonia es especialmente importante para Alemania este semestre, ya que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE y, por tanto, puede fijar sus propias prioridades en política europea. "El lema más importante de la Presidencia polaca del Consejo es la seguridad en Europa", declaró a DW la viceministra polaca de Asuntos Europeos, Magdalena Sobkowiak-Czarnecka, en relación con la situación en Ucrania. No se trata de una cuestión de rutina. Países como Hungría y Eslovaquia están más en línea con Donald Trump y quieren una normalización de las relaciones con Moscú, incluso a costa de Ucrania.
Un motor franco-alemán no es universalmente popular
Las relaciones con Francia, el socio europeo más cercano de Alemania, se han enfriado considerablemente. Esto tiene que ver con los desacuerdos en el seno del Gobierno de coalición alemán, pero también con las diferentes personalidades de Olaf Scholz y Emmanuel Macron.
Ahora Merz y Macron quieren empezar de nuevo. Pero aquí también hay obstáculos. Hasta que se forme gobierno en Berlín, el canciller en funciones es Olaf Scholz. Además, Macron tiene problemas a nivel interno y debe preocuparse constantemente por su mayoría parlamentaria.
Por último, aunque Merz y Macron comparten la idea de un motor franco-alemán que impulse a toda la UE, no todos los países de la UE quieren ser dirigidos por los dos grandes. Y con la jefa de Gobierno italiana de derecha, Giorgia Meloni, aliada de Donald Trump, ha surgido una especie de competidor intraeuropeo. Por tanto, la UE no puede hablar con una sola voz.
¿Habrá un "Mercron”?
En la época de la canciller alemana Angela Merkel, los medios de comunicación acuñaron el término "Merkron” para describir a Merkel y Macron. La simbiosis pretendía significar una asociación personal estrecha entre ambos, incluso si la relación nunca fue realmente cercana y "Merkron” era probablemente más una ilusión.
Si en el futuro Friedrich Merz y Emmanuel Macron se llevaran de maravilla, sólo habría que cambiar una letra y tendríamos "Mercron”. Los próximos meses demostrarán si esto sucederá.
(mn/er)