Fiesta en Bremen

Un mar de banderas verdi-blancas inundó este domingo la plaza principal de Bremen. Desbordantes de júbilo, cerca de 40 mil aficionados salieron a celebrar a su equipo, que superó esta temporada todas las expectativas de los habitantes de la ciudad hanseática. El Werder Bremen no sólo dejó en la derrota al poderoso Bayern de Munich para coronarse triunfador de la Bundesliga, en el campeonato de Primera División, sino que logró, además, adjudicarse la Copa del Fútbol alemán.

Privilegio de pocos

Dos trofeos en una temporada; toda una hazaña, que sólo tres equipos habían logrado con anterioridad en la historia: el notable Bayern de Munich (en 1969, 1986, 2000 y 2003), el FC Schalke 04 (1937) y el sufrido equipo de Colonia (1978), cuando corrían para él mejores tiempos que en la actualidad.

El Werder Bremen celebra pues, con propiedad, su doble triunfo. Un broche de oro para el equipo y en especial para una de sus estrellas, Ailton, quien abandonará el club y recibió con especial emoción las ovaciones de la hinchada.

La hora de Borowski

Pero fue otro el jugador que se robó la película en la final de la Copa, el sábado, en el estadio olímpico de Berlín: Tim Borowski, quien durante meses había pasado sólo en la reserva. El mediocampista, de 24 años, marcó dos goles decisivos contra Alemannia Aachen, quedando de la noche a la mañana convertido en ídolo, aunque tendrá que confirmar su rendimiento en la próxima temporada antes de poder consagrarse como una de los verdaderamente "grandes" del fútbol alemán.