En Gaza son aplastadas casas y esperanzas
18 de mayo de 2004"Lo que ocurre en estos momentos en Gaza va en contra de la letra y el espíritu del plan de paz", declaró el responsable de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana. "Lo condenamos de la manera más rotunda", añadió el político español.
La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional también condenó en duros términos la operación militar israelí, calificando la demolición de viviendas palestinas como crimen de guerra. Según AI, en los últimos tres años y medio las fuerzas israelíes han derribado más de 3.000 viviendas palestinas.
Misiles contra refugiados
Por su parte, el comisario general de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Peter Hansen, acusó a Israel de violar los derechos humanos en los territorios palestinos. Según Hansen, la destrucción de viviendas palestinas y árabes no sirve para apaciguar la tensión en Gaza. Tan sólo en el campamento de refugiados de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, viven cerca de 160.000 personas, según datos de la UNRWA.
La destrucción de viviendas en Rafah fue también tema en la visita del primer ministro palestino, Ahmed Qureia, en Berlín: “Nuestro encuentro tuvo como telón de fondo una acción israelí en Gaza. No se cuestiona el derecho de un Estado a defenderse con los medios que considere legítimos contra la violencia y el terror. Pero la respuesta deber ser proporcionada”, destacó el ministro alemán de Exteriores Joschka Fischer.
¿Respuesta proporcionada?
Sin embargo, Israel reclama tener buenas razones para justificar su acción militar en Gaza: bajo Rafah se esconde una red de túneles que sirve para ingresar armas de contrabando desde Egipto. Para el Ejército israelí, Rafah es el "mayor arsenal de los territorios palestinos" y una "puerta de entrada del terrorismo".
En los últimos tiempos han entrado por esta ciudad armas cada vez más modernas y peligrosas, advierten los militares. Cada casa en la que se encuentra una salida a un túnel o desde la que se dispara contra los efectivos israelíes será destruida, según los planes.
Sin embargo, a nivel internacional la acción israelí cuenta con poca simpatía. Incluso en Israel se escuchan críticas. Yossi Sarid, del opositor partido de izquierdas israelí Meretz, advirtió que las operaciones militares como la de Rafah sólo provocarán una mayor radicalización de los palestinos: "Los niños que arrastran maletas en la huida de sus casas son los terroristas de mañana".
Criticar no es suficiente
El agravamiento del conflicto entre israelíes y palestinos va de la mano con la dramática perdida de imagen de EEUU, no sólo en el mundo árabe. Entre Beirut y El Cairo no se percibe a Washington como un negociador neutral. A los europeos se les concede el mérito de tener buenas intenciones, pero poco poder y unidad política para reemplazar a EEUU en el papel de mediador.
El estrecho margen de acción de la Unión Europea dentro del Cuarteto (Estados Unidos, Rusia, UE y ONU) se debe también al reciente alejamiento de Washington del resto de los integrantes del Cuarteto. La mediación multilateral sólo puede funcionar si los mediadores se entienden entre sí.