Empiezan las vacaciones - con kilométricos atascos
31 de julio de 2004
La avalancha de metal sobre ruedas peregrina hacia el sur, escapando del mal tiempo que ha caracterizado hasta ahora al verano alemán. Los cuellos de botella están en el estado de Baviera y en Austria, dos de los pasajes "naturales" hacia algunas de las zonas predilectas de los alemanes en el mediterráneo, frente a las costas de Croacia y de Italia.
Salen de sur regresan al norte
El caos en las autopistas germanas tiene una particularidad si se la compara con la célebre "operación salida" que se vive en España. Los alemanes distribuyen, según los estados federados, los períodos de vacaciones, de modo que ahora regresan muchos al extremo norte del país hacia regiones como Hamburgo, Berlín o Brandenburgo.
Es decir, tráfico denso hacia el sur, pero también hacia el norte, nadie se escapa de la obligación de mostrar paciencia en las célebres autopistas de Alemania, para muchos en este país un símbolo de libertad ya que no existe un límite máximo de velocidad.
Las autoridades registraron atascos de entre 72 y 100 km de extensión, todo a temperaturas de 30 grados centígrados y elevados niveles de humedad atmosférica.
Ironía del destino
Pero el fenómeno alemán choca también con el de sus vecinos. Si el eje franco-germano vuelve a demostrar su solidez en repetidas ocasiones en el ámbito de la Unión Europea, tampoco se queda atrás en este campo.
Las autoridades de tráfico advierten que lo peor espera a quienes en estos días se aventuran a cruzar hacia Francia. Chocan dos olas, especialmente la de los bávaros que salen con la de los franceses que también se movilizan.
Las cifras son de récord: este fin de semana los atascos podrían sumar extensiones de hasta 800 kilómetros. Y aquí no acaba el fastidio. La ironía, es que al final del trayecto muchos tendrán que luchar por conseguir un lugar en la playa. Después de todo muchos viajan al mismo destino.