Elefantes salvajes de regreso a casa
Durante meses un grupo de elefantes asiáticos marchó de regreso a una reserva animal en la provincia de Yunnan, en el sur de China. Estas fotos documentan el viaje de estos paquidermos salvajes, en peligro de extinción.
Un bocadillo antes de seguir viaje
Esta manada de elefantes asiáticos vive en la reserva protegida de Xishuangbanna, en la provincia sureña de Yunnan, y salió en dirección hacia el norte de China en marzo de 2020 por razones desconocidas. Pero el periplo está llegando a su fin: los elefantes marchan de regreso a casa. Y antes de continuar, toman su alimento de la vegetación circundante, es decir, de árboles y arbustos.
Protección para elefantes en peligro
Los elefantes asiáticos figuran en la Lista Roja de especies en peligro de extinción, y en China gozan de una protección especial. Las autoridades han hecho todo lo necesario para preservarlos y, al mismo tiempo, proteger a la gente ante la llegada de la manada. De ese modo se apoya a estos elefantes durante su migración, de regreso a la reserva en Yunnan.
En estado de alarma
Las actividades de la manada de elefantes es monitoreada por drones, y se usaron vehículos pesados para evitar que ingresaran a los pueblos aledaños, permitiendo que los responsables pudieran evacuarlos, de ser necesario. Hasta 200 vehículos acompañaron a los elefantes en su camino. Y los residentes y turistas pudieron observarlos también desde el teleférico.
Alimentando a los elefantes
Las etapas de alimentación formaron parte del plan de emergencia para la migración de la manada, y los pobladores y turistas aceptaron de buena gana alimentarlos a su paso. Después de todo, oportunidades como esta no se dan a menudo. Solo quedan unos 300 elefantes asiáticos salvajes en toda China.
Una siesta bien merecida
La migración de los elefantes asiáticos es la mayor observada en China. Los elefantes salvajes recorrieron cientos de kilómetros, solo deteniéndose a descansar de vez en cuando, como se ve en esta foto.
Luchando por más espacio vital
Además de alegrar a los habitantes a su paso, algunos de los elefantes intentaron entrar a viviendas y destruyeron algunos terrenos sembrados. Los daños se estiman en cerca de un millón de dólares. El problema es que su hábitat se está reduciendo cada vez más por la extensión de la presencia humana, por lo que tal vez también hayan decidido mudarse. Sin embargo, regresaron a la reserva más tarde.