Elecciones en Irak: alta participación, relativa calma
15 de diciembre de 2005En medio de fuertes medidas de seguridad acudieron a votar casi el 70% de los habilitados, según la Comisión Electoral. A diferencia de las elecciones para un Parlamento de transición realizadas en enero, esta vez participaron también muchos miembros de la minoría sunita, que bajo Saddam tenía una posición privilegiada en el Estado y la sociedad.
Su aceptación de las elecciones y el hecho de que hayan tenido lugar de forma relativamente pacífica son considerados un importante paso hacia la democratización de Irak.
El conteo de los votos podrá llevar unas dos semanas, informó la Comisión Electoral. De acuerdo con primeros sondeos inoficiales, los chiítas y kurdos, en el gobierno, recibieron un fuerte respaldo.
Gran concurrencia a las urnas
Los locales electorales se mantuvieron abiertos más de lo planeado, debido a la nutrida concurrencia a las urnas.
Si bien en algunas regiones se registraron protestas por supuestas irregularidades, las elecciones transcurrieron en general en forma pacífica, dijo un portavoz de la Comisión Electoral. La ONU, el Gobierno de Irak y el presidente de EEUU, George W. Bush, calificaron la jornada de "histórica".
Para los 275 escaños en el Parlamento se presentaron 7648 candidatos en 231 listas. Las más conocidas representaron cinco coaliciones, orientadas mayormente por comunidades religiosas y etnias.
Chiíes y kurdos con fuerte respaldo, pero también Allawi
En sondeos inoficiales se esbozó que la Alianza Iraquí Unida (UIA), formada por grupos chiíes, y sus aliados kurdos obtuvieron gran respaldo en el norte y el sur del país. En Bagdad, sin embargo, recibió muchos votos también la alianza secular del ex primer ministro Ijad Allawi.
Unos 200.000 efectivos iraquíes, entre policías y soldados, y otros tantos efectivos estadounidenses fueron afectados a mantener el orden. Además, el Gobierno cerró las fronteras ya días antes de las elecciones y limitó masivamente el tránsito de vehículos en el país.
A diferencia de lo sucedido en enero, esta vez se produjeron sólo escenas de violencia aisladas. En Mossul y Tal Afar murieron dos personas. Explosiones fueron registradas en Samarra y Tikrit, la ciudad natal de Saddam Hussein.
En enero habían muerto unas 40 personas como consecuencia de atentados. Esta vez, algunos grupos extremistas anunciaron querer proteger a los participantes en las elecciones de ataques de otros grupos, como Al Qaeda. Muchos sunitas se han arrepentido además de haber boicoteado las elecciones anteriores, ya que los privó de tener influencia en el Gobierno.