El "indómito león" germano
8 de junio de 2002
En las lides del fútbol no hay sentimentalismo que valga. Sólo cuenta la lealtad hacia el propio equipo. Y Schäfer, pese a su origen germano, no deja lugar a dudas -ni a problemas de conciencia- a la hora de definirse ante el próximo encuentro entre Alemania y Camerún.
Los alemanes, en realidad, no tienen demasiado que temer. Un empate contra Camerún les bastaría para asegurar su paso a los octavos de final. Sólo ante una derrota tendrían que ponerse a temblar. Y eso es lo que podría ocurrir, si se cumplen los deseos de Winni de salir victorioso de la cancha.
Corazón camerunés
El entrenador, de 52 años, se convirtió en un camerunés de corazón, a más tardar cuando le fue conferida la "Orden del León", al ganar la copa del África el 10 de febrero.
En Camerún se lo venera como a un rey, y Winni a veces no puede dar crédito a lo ocurrido: "Si después de mi salida de Stuttgart y Berlín alguien me hubiera augurado lo que iba a pasar, lo habría mando al manicomio", afirmó en una entrevista con la revista Maxim. Fueron tiempos difíciles, marcados por una profunda depresión y un prolongado desempleo.
Melena real
Pero han quedado en el olvido, con los éxitos que le ha deparado su equipo. Los africanos querían a toda costa un entrenador de origen germano, para que impusiera disciplina. Había varios candidatos de renombre, como Otto Rehhagel o el propio Berti Vogts. Pero Schäfer se quedó con el contrato.
Según las malas lenguas, lo que determinó su elección fue la melena rubia que lo caracteriza y le confiere un cierto aire de monarca felino. Pero, rumores aparte, Winnie ha demostrado su valor en los hechos. Y no sólo en el campeonato africano. En el Mundial de Asia, sus "leones" han hecho un buen papel y se mantienen invictos: un empate con Irlanda y una victoria sobre Arabia Saudita.
Ahora les toca medir fuerzas precisamente con Alemania. Son las ironías del fútbol.