El estilo Merkel
7 de marzo de 2007El Berliner Zeitung, de la capital alemana, comenta lo siguiente sobre el tema: "En general, los ciudadanos están contentos de que los políticos no los pongan nerviosos con llamados a drásticas reformas. Por supuesto, existe necesidad de realizar cambios aquí y allá. Pero el tono incontrovertible de la discusión resultó del todo desmedido y dañino, sobre todo porque la malhumorada manera de hacer política de los alemanes se transformó en un desdén generalizado hacia todo nuestro sistema. Socialdemócratas y cristianodemócratas se consideran condenados a colaborar entre sí, se roban los temas, y ninguno reconoce éxito en el otro. Es una difícil situación, que la canciller Merkel ha debido sortear."
Canciller tambaleante
El Frankfurter Rundschau, de Fráncfort, evalúa distinto el papel de la jefa de Gobierno: "Se trata de una canciller cuya autoridad se tambalea cada que resultan afectados los intereses de los mandatarios estatales. No se percibe ambición para llevar a cabo nuevas procesiones políticas por el país. Hay tiempos así en la política. Pero esta vez es notable la impresión de que no son las ideas las que faltan, sino el coraje de soportar la controversia que las acompaña."
Elecciones en la mira
El Handelsblatt, de Düsseldorf, analiza el panorama estratégico de la coalición: "Las dos partes no se concentran en los éxitos, sino que se preocupan por mostrar un perfil claramente diferenciado hacia las próximas elecciones. Esto explica por qué de repente el cuidado de los bebés se ha colocado en lo más alto de la lista de prioridades, mientras que su puesta en marcha parece importar a pocos. Para evitarse problemas con los gobernadores de los estados, la CDU ha pisado el freno. Esto no decepciona al socialdemócrata Kurt Beck, quien alberga la esperanza de poder presentar al SPD como el partido de la familia para el 2009."
La dejaron sola
Muy similar es la opinión del Standard, periódico de corte liberal editado en Viena: "La dirigencia cristianodemócrata dejó que la ministra von der Leyen soñara por un par de semanas con más sitios en guarderías. Pero lo hicieron, muchos, con el puño escondido en el bolsillo. Ahora, la bola de nieve corre en sentido contrario, y la propia CDU pone en duda los planes de su funcionaria. El SPD de ninguna manera lamenta el hecho; los socialdemócratas estaban muy nerviosos porque la ministra de la Familia había incursionado, con sus propuestas, en pleno barrio rojo."
Vías de escape
Desde Lübeck, el Lübecker Nachrichten editorializa así: "Ya se sabía cuál iba a ser la posición de Angela Merkel en el debate sobre los sitios adicionales en guarderías para bebés. No pronunciarse demasiado claramente, no pisar terreno que pueda de repente aflojarse. Mejor dejar que las cosas pasen y esperar un momento más adecuado: ésa es Merkel. Y no le ha ido mal en su carrera política con tal actitud. Tal discreción le ha venido bien, incluso en la difícil asociación con sus rivales del SPD. Pero entre tanto se ha desvelado el lado oscuro de esta aparente moderación. Ahora ya no se trata solamente de avanzar con paso de tortuga. Crecen, es evidente, las vías de escape dentro de la coalición."