El día de lo incalculable

Todo esto ha dejado el día mundialista para engordar las estadísticas y alimentar las pasiones. Los pases a octavos dejan de ser ordenados y predecibles. Aún quedan muchas cosas por decidir y, por suerte, aún quedan muchos días de este emocionante Mundial que por nosotros podría no acabar nunca.

México: ¡sí se puede!

Los portugueses no están mostrando lo mejor de sí mismos en este Mundial pero aún así, ya llevan dos victorias, ningún gol en contra y el pasaporte para octavos sellado. A falta de belleza, a eso se le llama efectividad.

De Irán se pudo haber esperado más, aunque tampoco grandes cosas. Ahora hacen las maletas y evitan al Mundial nuevos titulares de los que nada tienen que ver con el fútbol: los que se refieren a su cúpula política y a las protestas de la comunidad judía que ha perseguido al combinado en cada encuentro. Lástima que el deporte siga sin distinguirse de los gobiernos.

El interrogante decisivo en este grupo es saber quién será segundo. México, con una victoria y un empate, tiene buenas cartas para pasar a octavos pese a la decepción de ayer. Aún así, a los latinoamericanos no les convendría dormirse en los laureles. Portugal no es fácil y Angola ha demostrado ser un equipo capaz de defenderse: si ahora es además capaz de ganar a Irán podría poner en dificultades a los mexicanos. Pero aún así, México depende sólo de sí mismo.

Sorpresas…

La primera gran sorpresa del Mundial. El primer triunfo para un equipo africano. Ghana se ha cubierto hoy de gloria en el encuentro frente a la República Checa: no sólo porque los checos se iniciaran en este Mundial con buen fútbol ante Estados Unidos, lo que dio alas a los cálculos que los situaban junto a Italia en octavos de final. Sino porque, además, Ghana jugó bien, dominó el encuentro y no dejó apenas ocasiones al contrario. El triunfo fue merecido.

Ya en el estadio o siguiendo el partido en las pantallas gigantes y en las televisiones, los fans de Ghana comenzaron a celebrar esta inesperada victoria. Sin caber en sí de júbilo, entre gritos y saltos, los africanos se echaron a las calles de Alemania y la resaca del triunfo les durará seguramente varios días. Sin descartar aún la posibilidad que ya no es tan remota: ¿y si Ghana pasa a octavos?

…te da la vida…

El encuentro fue una orgía de tarjetas que llovían por doquier. Cuatro amarillas, tres rojas y 9 jugadores frente a 10 sobre el terreno de juego. Hasta el día de hoy, Italia siempre había sacado una victoria de sus encuentros frente a Estados Unidos y sin embargo, esta vez, los norteamericanos supieron defender hasta el final el empate.

Estados Unidos recompuso su imagen futbolística, manchada tras el encuentro contra la República Checa, jugó un buen partido y celebró el 1-1 como si de un triunfo se tratara. Y no es para menos, muchos son los equipos que saben cómo se sufre ante los ragazzis cuando han marcado su tanto y se meten en bloque atrás.

Así, en este grupo todo sigue abierto y los últimos encuentros serán los decisivos. Emoción hasta el final y muchos nervios para los seguidores.