El diálogo nacional que busca la transformación de Siria
26 de febrero de 2025Muchos de los sirios que asistieron esta semana en Damasco a la conferencia "Diálogo Nacional" nunca imaginaron que algún día iban a entrar en el edificio en el que se celebraba.
"Sinceramente, es una sensación indescriptible", dice a DW Ammar Alzeer, fotógrafo de la ciudad costera de Baniyas, que fue invitado para debatir sobre la libertad de los medios de comunicación. "No podía creer que estuviéramos en el Palacio del Pueblo. Así se llama, pero sabíamos que, en realidad, era el palacio de Bashar al Asad. Ahora sentimos que este lugar es verdaderamente nuestro".
"El hecho de que el pueblo sirio esté en el mismo palacio en el que vivía Bashar al Asad es, en sí mismo, una razón para el optimismo", opina Mohammed Alaa Ghanem, asesor principal de políticas de Citizens for Secure America, o C4SSA, un grupo de defensa sirio con sede en Washington.
"He visto una diversidad asombrosa en esta conferencia: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, personas de diferentes ámbitos de la vida, de diferentes religiones, musulmanes, cristianos, drusos, de todo. Sí, falta gente que debería estar aquí. Pero los sirios están por fin en el Palacio del Pueblo y eso es muy positivo".
Planes para un nuevo gobierno
A mediados de febrero, el ministro de Exteriores sirio anunció que, a principios de marzo, se iba a elegir un nuevo gobierno, más representativo. El pequeño Gobierno provisional que actualmente dirige el país fue elegido por el grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham, o HTS, que dirigió el asalto de diciembre que derrocó al régimen de Asad.
En el pasado, el HTS estuvo afiliado a grupos extremistas como Al Qaeda, pero, desde que asumió el gobierno sirio, el líder de HTS, Ahmad al Sharaa, ahora presidente del país, ha predicado la coexistencia y la unidad.
Al-Sharaa seguirá siendo presidente incluso después de que se instale un nuevo gobierno, pero anunció que se iba a trabajar por "un gobierno de transición integrador, que refleje la diversidad de Siria", en un proceso que llevaría finalmente a "elecciones libres y justas".
El objetivo de la conferencia, de un día, fue que los 600 asistentes ayudaran a guiar ese proceso, dividiéndose en grupos de trabajo temáticos. Para quienes no pudieron asistir, hay un cuestionario en línea en el que se pregunta cuáles son, en su opinión, las prioridades más urgentes del país. Se calcula que lo han respondido unos 10.000 sirios de todo el mundo.
En general, los asistentes opinan que los debates de la jornada marcharon bien. "No recibimos ninguna instrucción de antemano de que sólo debíamos debatir esto o aquello", explica Alaa Ghanem a DW. Y agrega que, en su grupo, había opiniones diferentes, "pero los desacuerdos han sido muy respetuosos".
No todo es positivo
También hay quejas sobre el encuentro. Algunos asistentes han puesto en duda que estuvieran presentes todos los que tenían que estar, así como que hubiera suficiente representación de las comunidades minoritarias.
Varios grupos kurdos sirios aseguran no haber sido invitados o haber decidido no acudir. El nuevo Gobierno sirio sigue en conflicto con los grupos kurdos que controlaron el noreste de Siria durante más de una década de guerra civil. Sigue sin estar claro si algunos de ellos quieren mantener ese control y cómo se "reincorporarán" exactamente a una Siria unificada.
Otras voces critican las conclusiones de los grupos de trabajo, diciendo que eran simplemente las mismas cosas que los sirios llevan años debatiendo y que no aportan nada nuevo.
Pero la principal queja se refiere a la forma en que estuvo organizada la reunión. "Hay falta de transparencia en los criterios de selección de los participantes [...] y no ha habido transparencia sobre si los invitados lo fueron a título personal o como representantes", subraya a DW Sawsan Abou Zainedin, director ejecutivo de Madinya, una organización con sede en el Reino Unido que aboga por la sociedad civil siria. "Construir el futuro de Siria no puede reducirse a un acto de un día", comenta, por otra parte, Abou Zainedin. "Hoy debería ser el comienzo de un largo camino de diálogo".
Algunas voces críticas también culpan a la comunidad internacional por presionar a los líderes interinos de Siria para que actúen con rapidez, supeditando el levantamiento de las sanciones a la formación de un nuevo gobierno.
"El Diálogo Nacional tendría que haber sido un proceso mucho más largo, y mucho más inclusivo", declaró Labib al-Nahhas, director de la Asociación Siria para la Dignidad de los Ciudadanos, a la cadena de televisión qatarí Al Yazira. "Pero como la comunidad internacional está esperando a ver qué tipo de gobierno de transición sale de esto, y tiene que anunciarse a principios del mes que viene, no ha dado a los sirios suficiente espacio y tiempo para hacerlo".
(ms/ers)