En Buenos Aires, el “Club de Reparadores” repara objetos rotos como una práctica sostenible frente a la cultura del descarte. En talleres colectivos, vecinos y vecinas se reúnen para arreglar electrodomésticos, compartir conocimientos y desafiar la lógica del reemplazo constante. Con la iniciativa, se han evitado más de 11 toneladas de residuos que, de otro modo, habrían acabado como chatarra.