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Economía latinoamericana: un difícil 2003

28 de noviembre de 2002

A pesar de indicadores de estabilidad, en el 2003 Latinoamérica debe superar algunas vallas para cumplir los pronósticos de crecimiento. Se augura una lenta recuperación económica.

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Luiz Inácio 'Lula' da Silva causó dolores de cabeza a los mercados financieros.Imagen: AP

En su nuevo informe sobre la región, el DBLA (Dresdner Bank Lateinamerika, filial del Dresdner Bank dedicado exclusivamente a Latinoamérica) se concnetra en el impacto económico de las elecciones brasileñas del pasado mes de octubre. Asimismo, la crisis económica, financiera y política de Argentina habría marcardo la coyuntura económica durante el 2002. A lo largo del año, especialmente los mercados financieros reaccionaron temerosos ante la perspectiva de posibles políticas económicas populistas por una victoria del izquierdista Luiz Inacio "Lula" da Silva. No obstante la situación se distendió una vez confirmada su victoria. A pesar de que se haya eliminado la incertidumbre del futuro político de Brasil, los analistas del DBLA advierten que es muy pronto para que la economía regional cante victoria.

Las tendencias generales

Según las "Perspectivas para Latinoamérica" del DBLA, la llegada de recursos frescos a Colombia por parte de agencias de crédito multilaterales contribuirá a estabilizar los mercados de capital y de divisas de ese país. También las perspectivas de Chile se estarían consolidando y los expertos cuentan con un crecimiento del 3% para el 2003. La misma cuota de expansión se espera para México, especialmente si puede aprovechar su estabilidad macroeconómica. También hay un modesto optimismo para Argentina, donde el incremento de los depósitos bancarios sería un reflejo de cierta recuperación de la confianza de los ahorristas.

Los retos: Brasil y Colombia

También en el 2003, los analistas y los mercados financieros estarán atentos a lo que suceda en Brasil. El 1 de enero, "Lula" toma posesión como nuevo Presidente de la principal economía latinoamericana. Brasil puede dar impulsos tanto al alza como a la baja para el resto de la región. La herencia macroeconómica se presenta complicada: inflación elevada, entrada de capitales en descenso, y un presupuesto con poca libertad de acción. Por lo tanto el DBLA cuenta con una "política pragmática" que evite mayores accidentes coyunturales.

En cuanto a Colombia, el próximo año demostrará hasta qué grado el Presidente Álvaro Uribe logra mayor estabilidad social con su política de "mano dura" contra las organizaciones armadas por un lado, y cierto marco estable para las inversiones y el gasto si avanza en el control de la deuda pública. Cumpliendo estas condicionantes, la economía colombiana podría crecer 2,5% en el 2003.

Refromas y estabilidad

Las reformas económicas son precisamente una de las claves para México, especialmente en el plano fiscal y energético. Hasta ahora, el Presidente Vicente Fox no cumplió su promesa de avanzar claramente en estos campos.

En el otro extremo, a situación de Argentina se presenta con más incertidumbres que certezas. Preocupan tanto el incumplimiento de los compromisos financieros con el Banco Mundial, como las riñas políticas dentro del Gobierno poco antes de las elecciones. El DBLA no esperan mejoras para Argentina.

Argentinien jetzt oder nie
Imagen: AP

La preocupación más grande la representaría Venezuela, donde la continuación de enfrentamientos violentos también implicaría que el país no salga de la recesión económica.

Perspectivas

En promedio, en el 2003 la economía latinoamericana podría crecer a un ritmo del 1,9%, frente a una contracción prevista de 1,5% para el 2002. A pesar de la elevada carga de los tipos de interés, el próximo año Costa Rica alcanzaría la tasa más alta (3,5%) de la región. El perdedor sería Uruguay (-0,8%), atrapado, según el DBLA, en la "trampa de la deuda".

En cuanto a la deuda, se espera un descenso de deuda total, aunque crecería la deuda a corto plazo. En general habrá poco movimiento en las grandes variables económicas. La inflación bajará modestamente y la relación entre exportaciones e importaciones se mantendrá prácticamente igual.