Para Cultura.21 la reportera de DW Karin Helmstaedt viajó a Sudáfrica, uno de los principales países productores de diamantes. En las profundidades de la mina de diamantes de Cullinan, a más de 800 metros bajo tierra, aprende dónde se formaron los diamantes hace unos tres mil millones de años.
Karin visita el Museo DIVA de Amberes (Bélgica), donde se exponen magníficos diamantes y joyas, con ejemplos de artesanía centenaria. Aprendemos cómo Amberes se convirtió en la capital mundial del diamante y por qué el negocio estuvo dominado durante mucho tiempo por comerciantes y talladores de diamantes judíos.
A unos 160 kilómetros, en Ámsterdam, aprendemos sobre el arte de tallar diamantes.
También echamos un vistazo detrás de la resplandeciente fachada de esta piedra preciosa: cómo los diamantes de las zonas en conflicto han influido en nuestra comprensión de lo que representan, especialmente en África.
Un diamante es para siempre: ésta era la campaña publicitaria de una famosa empresa de diamantes. ¿De verdad? Hoy en día, los diamantes sintéticos - es decir, los producidos en laboratorio - compiten con los naturales, no sólo porque se consideran menos intensivos en el uso de recursos y, por tanto, más sostenibles. Pero los diamantes naturales también tienen un impacto social positivo y un atractivo duradero.
Déjese inspirar por la fiebre del diamante y acompáñenos en un viaje por el pasado y el futuro de esta codiciada piedra preciosa.