Según cifras oficiales, a principios de abril de este año más de 180.000 personas de origen haitiano fueron deportadas en el marco de un plan, que permite expulsar hasta 10.000 migrantes a la semana. Detras de los números: violencia obstétrica, mujeres indocumentadas que arriesgan su salud al posponer la atención prenatal o dar a luz en casa y menores separados de sus madres.