Del Helicoide hasta iglesias: edificios brutalistas por el mundo
El brutalismo es probablemente el estilo arquitectónico más odiado del siglo XX. Y, sin embargo, cada vez más aficionados a la arquitectura quieren proteger los bloques de hormigón de la demolición.
Manifiesto de hormigón
El hormigón a la vista, sin recubrir, "béton brut" en francés, da nombre a este estilo arquitectónico. El cerebro de este estilo de construcción modernista fue el famoso arquitecto Le Corbusier, que construyó la "Cité Radieuse" de Marsella. Aquí se ve el sótano.
Biblioteca en Kosovo
La Biblioteca Nacional y Universitaria de Kosovo, diseñada por Andrija Mutnjakovic, se inauguró en Pristina en 1982. Su objetivo es "recoger, preservar y promover el patrimonio documental e intelectual de Kosovo". El propio edificio pretende representar un estilo "que combina formas arquitectónicas bizantinas e islámicas".
Brutalismo por todo el globo
El brutalismo vivió su apogeo entre los años 50 y 70 del siglo XX. A veces monumentales, se construyeron edificios en todo el mundo y fueron objeto de polémica mundial. En la India, fue Le Corbusier quien estimuló nuevas tendencias arquitectónicas, con dos llamativos edificios en Chandigarh y Ahmedabad en 1951, inspirando a muchos arquitectos.
Brutalismo en Europa oriental
En los últimos años se han publicado numerosos libros profusamente ilustrados sobre la diversidad de la arquitectura brutalista en Europa del Este. En la imagen, el Hotel Thermal en la República Checa, donde se celebra desde los años sesenta el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary.
Controversia en Estados Unidos y Reino Unido
Los edificios brutalistas son especialmente controvertidos en Estados Unidos y Gran Bretaña. El rey Carlos es un vehemente opositor al brutalismo. Pero el edifcio de la imagen, conocido como "The Egg" (El huevo), en Albany, Nueva York, no corre peligro de demolición. Terminado en 1978, goza de gran popularidad como centro de artes escénicas.
Demolición brutalista
Durante años se luchó por la conservación del complejo residencial "Robin Hood Gardens", en el este de Londres, construido por los arquitectos Alison y Peter Smithson. La arquitecta estrella Zaha Hadid, fallecida en 2016, también se sumó a la campaña. De nada sirvió. A finales del verano de 2017, llegaron las excavadoras y comenzaron los trabajos de demolición.
Reconversión de un edificio protegido
Algunos edificios brutalistas están protegidos, pero, aunque no se derriben, su uso sigue siendo problemático. La estación de autobuses de Preston, en el Reino Unido, por ejemplo, es demasiado grande para el número de autobuses que llegan y salen de ella. Un estudio de arquitectura de Nueva York planea ahora una reconversión parcial con un rocódromo, un campo de fútbol y una pista de skate.
De iglesia a galería
Si falta dinero para mantenimiento y renovación, los edificios peligran. Eso le sucedió a la brutalista iglesia de Santa Inés de Berlín. En 2011, fue alquilada y renovada por el galerista berlinés Johann König. Se ha conservado en su arquitectura original y ahora alberga la Galería König.
El "Helicoide de la Roca Tarpeya", en Caracas
El "Helicoide de la Roca Tarpeya", en Caracas (Venezuela), iba a ser un enorme centro comercial. Debido a la falta de financiación y a conflictos políticos, la construcción se paralizó en 1960. En la década de 1970, el edificio fue ocupado ilegalmente y posteriormente utilizado por el servicio secreto como cuartel general. Todavía hoy se utiliza en parte como prisión para presos políticos.
Nueva concepción del brutalismo
Habitat 67, en Montreal (Canadá), es uno de los edificios brutalistas más conocidos. El arquitecto Moshe Safdie lo diseñó para la Expo de 1967 y, en realidad, lo concibió como reacción contraria al brutalismo. Desde 2009, es un edificio protegido.