Operaciones innecesarias
17 de agosto de 2011Publicidad
“La clínica del horror”. Ese fue el nombre que algunos medios alemanes le dieron a un centro médico privado de Milán en donde 86 pacientes fueron operados innecesariamente para que la clínica ganara dinero con las intervenciones quirúrgicas. El caso fue llevado ante la Justicia en junio de 2008 y un tribunal milanés pronunció su veredicto en octubre de 2010: el jefe del servicio de cirugía fue condenado a 15 años y medio de prisión, y otros empleados recibieron penas de entre uno y diez años. Sólo el anestesista fue liberado de cargos.
Impresionados por el número exorbitante de operaciones inútiles de rodillas, espalda, hombros y caderas que tienen lugar cada año en Alemania, doce destacados cirujanos se han organizado para lanzar en Internet una campaña en contra de intervenciones que, en muchos casos, pueden traer más perjuicios que beneficios. La página web www.vorsicht-operation.de (¡Cuidado! ¡Operación!) ha sido concebida como una plataforma de consulta médica para que quienes sopesan la posibilidad de dejarse operar reciban una segunda opinión, profesional e independiente, sobre sus afecciones y la inevitabilidad de una intervención quirúrgica.
El valor de una segunda opinión
A juicio de Ulrich Steinau, cirujano plástico residenciado en Bochum, son precisamente los médicos con mayor experiencia quienes están llamados a reducir el caudal de operaciones innecesarias. “Los pacientes pueden esperar seriedad y juicios objetivos del grupo que nosotros hemos formado”, declaró Steinau a Der Spiegel. Aquellos que hagan uso del servicio online que prestan estos médicos deberán pagar entre 200 y 600 euros, dependiendo de la complejidad del caso por tratar. Y por lo menos dos cajas de salud han dicho estar dispuestas a asumir los costos de ese servicio en nombre de sus afiliados.
Más ética, menos operaciones
Gradinger aprovechó su posición como presidente de la Sociedad Alemana de Cirugía (DGCH) para poner bajo la lupa este problema. Su respuesta a la situación puede parecer demasiado básica, idealista y abstracta al mismo tiempo. “Yo estoy convencido de que debemos recordar nuestra ética profesional. Eso implica que sólo debemos poner en práctica aquello que tiene sentido en términos médicos”, comentó en Focus. “No es ético ordenar operaciones cuando el caso no lo amerita, porque en cada operación hay riesgos potenciales”.
A un año de la cruzada de Gradinger, doce médicos alemanes se han propuesto hacer lo que está a su alcance para poner coto a las operaciones superfluas: usar su experiencia profesional para ofrecer sus diagnósticos independientes en Internet.
Autor: Evan Romero-Castillo / afp
Editora: Emilia Rojas Sasse
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