El precio del petróleo sube, las acciones del consorcio ruso Gazprom caen y la Bolsa de Moscú se derrumba y también tiemblan los mercados europeos. Es por la aguda crisis en la península de Crimea, donde crece la amenaza de una guerra entre Rusia y Ucrania. Un conflicto armado tendría consecuencias imprevisibles para la estabilidad y el suministro energético de la región.