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Coronavirus en Alemania: restricciones inevitables

14 de diciembre de 2020

Helmut Frister, miembro del Cosejo Alemán de Ética, critica en entrevista con DW los insuficientes recaudos tomados para la segunda ola del coronavirus. Ahora, todo depende de cada uno.

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Deutschland Lockdown Coronavirus - Sachsen
Imagen: Sebastian Kahnert/dpa/picture alliance

El Consejo Alemán de Ética es un organismo independiente que proporciona recomendaciones y orientación a la sociedad y la esfera política en diversas materias. En varias ocasiones se ha pronunciado también sobre la pandemia del coronavirus.

DW: Sr. Frister, ¿considera que son justificadas las medidas adoptadas por el gobierno central y los Estados federados, desde el punto de vista ético y jurídico?

Helmut Frister: Pienso que sí. Al gobierno central y a los Estados federados no les quedaba más opción que aplicar realmente medidas de las que al menos se puede esperar que contengan un poco la pandemia. Porque en los últimos días volvimos a tener un aumento bastante rápido de los contagios. Es decir, se ha vuelto evidente que, en especial con vista al negocio navideño, las medidas ya no eran suficientes para mantener las cifras de contagios al nivel registrado hasta ahora.

¿Pero no serán quizás excesivas las restricciones? Las libertades personales una vez más se restringen considerablemente.

Así es. Naturalmente, cada restricción de contactos es una restricción de la libertad personal. Y una muy seria. Pero sin restricciones, el peligro de contagio seguiría aumentando.

Creo que lo que hemos aprendido en las últimas semanas y meses es que la exhortación a restringirse voluntariamente no es tan eficaz, porque cada uno piensa que su pequeño aporte no es tan decisivo. Pero la suma de esos muchos aportes pequeños es precisamente lo que puede marcar la diferencia. Ese es el problema: que cada uno cree que no depende de él. Pero si todos piensan así, tenemos un problema.

Baviera pide medidas más drásticas, como toques de queda. ¿Es partidario de eso?

Esos llamados 'toques de queda' por lo pronto son solo nominales, porque uno puede salir de la casa por muchos motivos. Quizás tengan un cierto efecto psicológico, para dejarle en claro a la gente que el asunto es realmente serio. Y es responsabilidad de cada uno reducir sus contactos.

En lo tocante a los derechos y libertades, no sirve posponer eternamente las cosas; es probable que sea más útil que intentemos ahora efectivamente reducir las cifras, para tener luego más libertades. Ya en primavera, el Consejo de Ética había pedido y justificado medidas drásticas para frenar la pandemia.

Helmut Frister | deutscher Rechtswissenschaftler
Helmut Frister.Imagen: HHU

Visto a largo plazo, ¿ha fracasado la política? En verano no pasó mucho. Luego vino el cierre parcial, que no dio resultado. ¿No habría que haber dicho abiertamente lo que es necesario?

Sí, a posteriori uno siempre sabe más. Pero la esfera política refleja siempre un poco el estado de ánimo de la sociedad. Lo que quizás se puede reprochar a los políticos es que, en efecto, en el verano no se hicieron preparativos concretos, por ejemplo para asegurar que haya suficientes mascarillas FPP-2 y tests en los geriátricos, de modo que se puedan realizar visitas. Mi impresión es que algunas cosas deberían haber marchado mejor con los preparativos en el verano.

Ahora ya conocemos las medidas que regirán a partir del miércoles. ¿No habría sido esta la ocasión de desarrollar perspectivas a largo plazo?

Siempre es fácil hablar de perspectivas a largo plazo. Solo que nadie sabe cómo se verán las cifras a comienzos de enero, si el cierre será eficaz y se podrán reducir los contagios. A fin de cuentas, se trata de cómo pasaremos el invierno. La esfera política debe supeditar las medidas a las cifras. Eso no se le puede reprochar.

Deutscher Ethikrat
El Consejo de Ética se ha pronunciado varias veces sobre la pandemia en Alemania.Imagen: Reiner Zensen/Deutscher Ethikrat

A partir del inicio del 2021 se ha de comenzar a vacunar. Se plantea entonces la pregunta: ¿las personas que hayan sido vacunadas podrían disfrutar de ciertos privilegios, en cuanto a libertades, y deberían recibir una credencial de inmunidad?

El Consejo Alemán de Ética ya se pronunció sobre la credencial de inmunidad. Las posiciones al respecto eran diferentes en ese momento. Pero estuvimos de acuerdo en que, en general, no debería haber una credencial de inmunidad. Personalmente creo que también con la vacuna hay que ser cuidadoso por lo pronto, porque no está del todo claro si las personas vacunadas realmente no son contagiosas, o si solamente no se enferman.

En segundo lugar, aún no se sabe cuánto tiempo durará esa inmunidad. No obstante, ya no se podrán justificar determinadas restricciones severas. Por ejemplo, la limitación de visitas a residencias geriátricas. Naturalmente, tampoco se podrá justificar ya una cuarentena cuando se haya tenido contacto con otras personas. Pero el asunto es difícil en lo que respecta a la obligación de usar mascarilla, porque eso significaría que los vacunados no la llevarían. ¿Y quién podría controlar eso?

El profesor y jurista Helmut Frister es miembro del Consejo de Ética desde mayo de 2020. Frister dirige el Instituto de Aspectos Jurídicos de la Medicina en la Universidad Heinrich Heine, de Düsseldorf.

(er/cp)