Confusión castigada
20 de junio de 2006Todo Ghana está eufórica con el triunfo de su equipo sobre la República Checa. Pero hay una gota de amargura en medio de tanta alegría. El autor del primer gol contra la República Checa no estará presente en el próximo encuentro. Todos los ruegos para que se le retirara la tarjeta amarilla que, junto con la recibida anteriormente, lo ha dejado bloqueado por un encuentro, han sido vanos. Y eso nos parece un poco desubicado de parte de las autoridades del fútbol. Porque la tarjeta amarilla que se llevó en este caso Asamoah Gyan no fue en castigo por algún foul o alguna ofensa, sino por haber tirado un penal antes de que el árbitro le diera el pase.
Sin mala intención
Gyan declaró, compungido, que había escuchado un pitazo, probablemente del público, y se confundió. También el arquero checo, haciendo gala de entereza deportiva, trató de convencer al árbitro de que no había sido un desacato, sino una confusión. Sea como fuere, Ghana acata la decisión oficial. Y saldrá a la cancha sin su goleador, pero con el enorme orgullo de haber sido el primer equipo africano en lograr un triunfo en el Mundial de Alemania.