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Cese del fuego en el Medio Oriente

Emilia Rojas8 de febrero de 2005

La Unión Europea aplaudió el acuerdo de un cese del fuego entre israelíes y palestinos, anunciado en la cumbre de Sharm el Sheij, reafirmando su disposición a respaldar el proceso de paz en el Medio Oriente.

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Sharon y Abbas despiertan esperanzas en su primera cumbre.Imagen: AP

“La paz es posible”. Esa afirmación que formuló el jefe de los negociadores palestinos, Sajeb Erekat, antes del encuentro de su presidente, Mahmud Abbas con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, se convirtió también en el principal mensaje emanado de la cumbre de Scharm el Scheij, donde se acordó un cese del fuego. Claro está que una tregua no es la paz. Pero es más de lo que nadie se hubiera atrevido siquiera a soñar meses atrás.

“Avances históricos”

“Este es un paso importante para retomar la hoja de ruta y avanzar hacia la paz para dos pueblos independientes, que vivan en fronteras seguras”, indicó el canciller alemán, Gerhard Schröder, acotando que Abbas “habló de avances históricos... y yo quisiera verlo como él lo ve”. También su ministro de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, subrayó que “el término del terrorismo y la violencia es una condición fundamental para retomar el proceso de paz para el Medio Oriente” y Alemania, junto a sus socios, hará todo lo posible por respaldar esa dinámica.

La comisaria europea Benita Ferrero Waldner, encargada de las relaciones exteriores de la UE, subrayó por su parte que “este cese del fuego es un mensaje de esperanza, que mejora las posibilidades de lograr una paz basada en la coexistencia de dos estados”. Además recalcó la disposición europea de apoyar los próximos pasos del proceso en forma concreta, con ayuda financiera por un monto de 250 millones de euros.

Nuevo ambiente

Esos pasos serán determinantes para que esta vez no vuelva a quedar todo en un intento fallido como los anteriores. De partida, existe un peligro real de que sectores extremistas intenten sabotear el cese del fuego, como lo advirtió Sharon. Y nadie puede garantizar que todos se atengan a lo pactado, por mucho que las gestiones del presidente palestino se hayan traducido ya en una perceptible reducción de la violencia en la región. Clave resultará, por lo tanto, que Israel proporcione a Abbas no sólo el margen de maniobra necesario, sino también la perspectiva de avances concretos que quiten sustrato a los violentistas.

Ariel Sharon aseguró que Israel tiene el sincero propósito de posibilitar a los palestinos una vida en libertad e independencia, exhortando a “estrecharse las manos y crear un nuevo ambiente en la región”. Son tonos poco frecuentes, que no estuvo dispuesto a prodigar en su día a Yasser Arafat. Pero, con la muerte del líder histórico palestino y la celebración de elecciones democráticas para reemplazarlo en la presidencia, el jefe de gobierno israelí fue perdiendo argumentos para cerrarse al diálogo. Y ahora que Estados Unidos se muestra por fin decidido a presionar a favor del proceso de paz, por lo menos hay pie para un cauteloso optimismo.