Casta de guerreros preocupada
3 de noviembre de 2003El Hamburger Abendblatt, rotativo de Hamburgo, comenta: "Sobre el ataque a Irak, que empezara tan brillantemente, se cierne la sombra del sangriento fracaso del Vietnam. Todos los días mueren jóvenes norteamericanos, sin que haya mejorado la situación. Al contrario, el comportamiento muchas veces rudo de los nerviosos militares potencia la ira de los humillados musulmanes. El know-how de los otrora subalternos de Saddam se une al odio de los fanáticos religiosos, que se sirven del profuso arsenal, del que en su día les suministrara Estados Unidos."
A la creciente comparación de esta situación con la que viviera Estados Unidos en Vietnam, el diario parisino Le Figaro opina: "después del día más sangriento desde que George W. Bush celebrara su triunfo en abril, la comparación con un `pantano vietnamita´ ya no es una ficción política. Sin embargo, hay que cuidarse de no caer en clichés. Primera diferencia: la población norteamericana se siente, en este caso, víctima y no victimario. Segunda diferencia: la posibilidad de que Bush siga el ejemplo de Richard Nixon está excluida, pues entregar Irak ocasionaría tal caos, que desestabilizaría todo el Cercano Oriente. A pesar de todo, hay similitudes con la guerra del Vietnam que quitan el sueño a la Casa Blanca. George W. Bush tiene problemas políticos, pues la encuestas muestran que la confianza de los norteamericanos se halla resquebrejada".
La casta de guerreros no sabe qué hacer
El diario británico The Guardian es más concreto al analizar la apología de Donald Rumsfeld, quien calificó el derribo del helicóptero norteamericano de una tragedia y expresó sus condolencias a los parientes de las víctimas. "El principal arquitecto de la guerra tiene, por lo menos en ese punto, razón. Nos condolemos de todos -sean iraquíes, norteamericanos, británicos o de cualquier otra nacionalidad- los heridos o los muertos de esta guerra inútil, evitable y que no acaba de terminar. Pero lo que ni Rumsfeld, ni Bush ni ningún otro de los de la casta de guerreros de Washington nos ha dicho es cómo quieren terminarla".
Huir puede ser la solución
El Tageszeitung de Berlín comenta: "Las exhortaciones de Bush a aguantar dan muestra de que en el gobierno se habla ya de una estrategia de salida. El motivo más importante: la lucha por la reelección ha empezado. Ésa es la vara con la que se mide ahora toda decisión política. Para Bush, una situación en la que diariamente mueren dos o más soldados norteamericanos es insoportable en términos de política interna. La consigna "bring our boys home" va subiendo de volumen. Tanto gobierno como oposición se enfrentan a una corriente popular que quiere abandonar el campamento levantado en Irak. ¿Cuál de los dos se montará primero en el tren en marcha? Ésta es la pregunta que puede decidir los resultados electorales en el 2004".