¿Camino al abismo?
23 de septiembre de 2009El País, de Madrid: “Micheletti creía ir ganando la batalla del olvido y apostaba por un descenso de la presión exterior tras la elección presidencial prevista en noviembre. La presencia de Zelaya en Tegucigalpa altera esos planes y multiplica el peligro de que el conflicto de poderes en el pequeño país pueda convertirse en una confrontación más amplia y de carácter regional. No en vano en Honduras juegan sus cartas Venezuela, Cuba o Nicaragua, entre otros caracterizados actores. Si el golpe de Estado de junio fue absolutamente condenable, igualmente lo sería intentar darle la vuelta mediante la violencia. La dividida Honduras no tiene en estos momentos otra salida mejor que una mediación cualificada, preferentemente regional.”
Preocupante injerencia
También de la capital española, el ABC: “No conviene llamarse a engaño: Zelaya no ha vuelto a Tegucigalpa para quedar en manos de los jueces. La irrupción de la izquierda iberoamericana -la populista radical y la más pragmática de Lula- en este conflicto por vías ajenas a la diplomacia, y con métodos similares a los que ha censurado a Micheletti, no deja de ser una preocupante injerencia interna cuyo objetivo es impedir la celebración de las elecciones en paz. Sólo de esa manera puede interpretarse la advertencia de Hugo Chávez: ‘Ahora nos toca hacer lo que toca en este momento'. Si a los errores cometidos por Micheletti se une el provocador y orquestado regreso de Zelaya, la suma es un duro pulso al pueblo hondureño, que afrontará las elecciones más relevantes de su historia reciente bajo la inasumible presión de una clase política que no merece.”
Nueva dinámica
En Alemania, el Frankfurter Rundschau: “El regreso clandestino de Zelaya impone una nueva dinámica al conflicto. Dos hombres reclaman para sí la oficina presidencial de Tegucigalpa. No hace falta mucho para darse cuenta de que eso no puede tener buen fin en un país dividido tras el golpe de Estado. Sólo habrá oportunidad para la paz si el gobierno golpista modifica su posición y asume que está aislado. Pero Micheletti quiere mantener el poder a cualquier costo. La comunidad internacional se enfrenta a un nuevo desafío.”
Pobreza sin solución
En Berlín, el Junge Welt: “El golpe de Estado causó un efecto que ni los golpistas ni sus patrocinadores esperaban. La sociedad hondureña está paralizada como desde hace mucho tiempo no lo estaba, y cientos de miles de personas deben afrontar el estado de excepción, los toques de queda y la violencia. Es dífícil imaginar que los sindicatos, los partidos de izquierda, las asociaciones de mujeres y estudiantes así como los miles de ciudadanos que se movilizaron espontáneamente, se den por satisfechos; el éxito en la discusión sobre reformas constitucionales y sobre las heridas abiertas por el golpe de Estado en la sociedad hondureña solamente sería cosmético. Problemas esenciales como la pobreza, la corrupción o la exclusión permanecen sin solución.”
El factor Chávez
Der Standard, de Austria: “El único crimen que Micheletti y la clase pudiente de Honduras achacan a Zelaya consiste en haberse acercado a Chávez. Cada vez es más frecuente en América Latina que presidentes populares intenten cambiar la Constitución a fin de reelegirse. El mandatario colombiano, el conservador Álvaro Uribe, busca un tercer mandato por esta vía e incluso el premio Nobel Oscar Arias, de Costa Rica, logró regresar a la presidencia tras un largo litigio en las cortes. Para evitar una mayor radicalización en América Latina, la comunidad internacional y la Unión Europea harían bien en mostrar ‘cero tolerancia' a los golpistas y promover prontas elecciones en Honduras.”
Editora: Cristina Papaleo