A pesar del estereotipo que pinta al latinoamericano como una persona floja y sin ganas de trabajar, varios países de la región se encuentran entre los más madrugadores del mundo y tienen algunas de las jornadas laborales más largas. Esto se traduce en muchas ocasiones en condiciones precarias para los trabajadores y en graves problemas de salud. Según la OCDE, en el 2022 el 76 % de los latinoamericanos sufrió un “burnout”, es decir, una crisis por agotamiento en el trabajo. Sin embargo, interminables jornadas de trabajo no significan una mayor productividad. La Organización Internacional del Trabajo lleva más de seis décadas intentado convencer a los países de que reducir la semana laboral a 40 horas con dos días de descanso es el escenario ideal para los trabajadores, y para la productividad. En este capítulo de Cómo Te Afecta analizamos con expertos cómo América Latina se puede encaminar hacia esa meta.