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Bush, "el infalible"

ers14 de abril de 2004

El gobierno alemán aplaudió la voluntad de devolver la soberanía política a Irak el 30 de junio, manifestada por el presidente George W. Bush en una conferencia de prensa en la que no hubo grandes revelaciones.

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El presidente intenta recordar qué error puede haber cometido.Imagen: AP

El presidente estadounidense no parece gustar mucho de las conferencias de prensa a lo grande, en horario estelar. La que ofreció anoche fue apenas la tercera de su período. Pero la cada vez más precaria situación de seguridad en Irak la hizo necesaria, en vista de que se acumulan las dudas e interrogantes en Estados Unidos. George W. Bush, en plena campaña electoral, estaba decidido a dar la cara, con un mensaje de confianza en el éxito de la "misión histórica" de sus tropas y, sobre todo, en el acierto de su decisión de invadir Irak.

Los errores de Bush

Lo que consiguió, según algunos observadores, fue en cambio dar la impresión de un hombre que no está dispuesto a recapacitar. De hecho, lo que más llamó la atención al reportero de la publicación alemana Der Spiegel, fue la reacción del jefe de la Casa Blanca a la simple pregunta que le planteó un joven corresponsal de la revista Time: "¿Cuál fue su mayor error tras el 11 de septiembre y qué ha aprendido de ello?" Bush no encontró ninguno y no supo qué responder. Un momento, sin duda, embarazoso para el presidente, que llevó a Der Spiegel a titular su artículo online con la sentencia: "El infalible del East Room" (aludiendo a una sala de audiencias de la Casa Blanca).

Otros, en cambio, no tienen dificultades en señalar los errores de Washington en Irak. Ante una consulta de Deutsche Welle al respecto, el general alemán Klaus Reinhardt (ex comandante de las fuerzas internacionales en Kosovo -KFOR), señaló: "Los estadounidenses pusieron en juego los requerimientos básicos de la población civil, en el momento decisivo, directamente posterior al término de la guerra, cuando comenzaron los saqueos y asesinatos. Fue en ese período cuando se destruyeron, por ejemplo, plantas de agua potable y de energía y muchas escuelas. Fue entonces cuando los estadounidenses perdieron básicamente la confianza de la población iraquí, que tenía la esperanza de disfrutar de una vida mejor después de Saddam Hussein."

"Calendario realista"

Bush admitió, a lo sumo, que las últimas semanas han sido "duras" y anunció que, de ser necesario, enviará aún más soldados para sofocar los disturbios en Irak. El presidente está resuelto a mantener en pie su cronograma para el traspaso de la soberanía a un gobierno civil el 30 de junio próximo y la celebración de elecciones libres en Irak, a más tardar en enero del 2005. Una aseveración que encontró buena acogida en el gobierno de Alemania, cuyo portavoz, Thomas Steg, la calificó como una señal importante. "Creemos que el calendario es realista", indicó Steg, aclarando que poner en tela de juicio el restablecimiento de la soberanía iraquí no estabilizaría la situación en el país.

Las declaraciones de Bush también tuvieron un aspecto conciliador, por cuanto indicó que le agradaría contar con una nueva resolución de la ONU sobre Irak. Pero de ahí a la intención de entregar la batuta a las Naciones Unidas hay un largo trecho, que el presidente no parece dispuesto a recorrer. Máxime cuando el jefe de la Casa Blanca no ha variado en un ápice su postura de fondo y sigue creyendo que la guerra contra Irak fue un aporte importante en la lucha contra el terrorismo internacional.