Bruselas quiere ordenar las publicaciones digitales
16 de agosto de 2006Las directrices que se redactan en la Comisión Europea (CE) suelen ser identificadas con un incremento de la burocracia, especialmente en lo referido a los medios de comunicación.
Así sucede también esta semana con el borrador para una directriz para medios audiovisuales de la comisaria europea de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación, Viviane Reding.
Miedo al control
Reding estudia trasladar, el menos en parte, las reglamentaciones de los medios audiovisuales a Internet. El sector pone el grito en el cielo y teme que una nueva oficina europea pueda frenar lo que hasta ahora ha sido para muchos un negocio sin fronteras.
Después de todo, las normas que regulan los contenidos de radio y televisión son más estrictas que las de la prensa escrita. Esto se explica a raiz del mayor impacto en la opinión pública que los medios audiovisuales tenían en el pasado, cuando existían todavía pocos canales y emisoras.
Por ello, y a medida que aumenta la oferta audiovisual en Internet, el borrador de la CE se dirige en general a la oferta de contenidos en torno a la televisión en Internet, así como aquellas páginas que ofrecen videos para descargar, los llamados servicios "no lineales"
Sin embargo, en lo particular, la CE pretende reglamentar las páginas de Internet de editoriales que ofrezcan imágenes en movimiento para ilustrar contenidos escritos. Expertos alemanes protestan, y temen que se quiera reglamentar un sector que apenas está explorando modelos de negocio. Se teme que una normativa rígida pueda asfixiar estas iniciativas y frenar el desarrollo de un sector dinámico.
Consulta "popular"
Como telón de fondo, la Comisión abrió a finales de julio pasado una consulta pública para recabar ideas sobre cómo desarrollar un mercado comunitario de películas, música y juegos en línea.
La CE se defiende ante quienes la acusan de poner trabas al libre desarrollo de este mercado. Las autoridades en Bruselas sostienen que pretenden todo lo contrario. Según Viviane Reding, los contenidos en línea, "no sólo contribuyen a hacer más accesible la cultura europea, sino que, además, representan una oportunidad formidable para que la industria europea amplíe sus propios mercados".
Cuestión de dinero
A la vez, ambas partes comparten un mismo argumento. Una industria europea de contenidos en línea sólo podrá competir a nivel mundial si se crea un mercado europeo "en el que el talento y la competencia de autores, artistas y creadores reciban una compensación justa".
Por lo tanto, dejando de lado los argumentos en torno al posible control de contenidos o incluso de la libertad de expresión, el auténtico debate gira en torno a la publicidad. Aquí, Reding destaca la importancia de un marco legal.
Así, una normativa sería la única manera de generar una competencia más justa por la publicidad, a medida que los contenidos audiovisuales en Internet empiezan a absorber parte de la tarta publicitaria que normalmente se llevaba la televisión.