Bomba estalla en Colonia
9 de junio de 2004Los nervios están a flor de piel. El peligro de atentados terroristas mantiene en alerta a las autoridades y se ha anclado en el subconsciente colectivo de la población. Ocurre así en Alemania, como en múltiples otros países del mundo. Por eso, la bomba que explotó esta tarde en la ciudad de Colonia tienen una resonancia particular. La policía parte de la base de que se trató de un artefacto relleno de clavos, debido a que varios se encontraron desperdigados por los alrededores del lugar de la explosión, una concurrida calle del barrio de Müllheim. 17 transeúntes resultaron heridos, algunos de gravedad.
Trasfondo incierto
Poco más es lo que puede agregarse por el momento. Nadie sabe cuál es el trasfondo de estos hechos que apuntan hacia un atentado. Ciertamente resultaría un tanto insólito pensar en un golpe terrorista que pudiera inscribirse en la serie que viene inquietando al mundo desde hace tiempo. Colonia no aparece como un blanco especial para causar conmoción, y menos Müllheim, un sector en que habitan muchos inmigrantes turcos. Por lo demás, las características de lo ocurrido distan mucho de recordar los atentados perfectamente coordinados de las células fundamentalistas islámicas.
Más razonable parecería pensar, en consecuencia, en una riña local o incluso un drama personal. O quizá en un ajuste de cuentas relacionado con la figura del Califa de Colonia, un extremista que ha llamado a la guerra santa para instaurar un estado teocrático en Turquía y que las autoridades alemanas quieren expulsar del país. Las especulaciones dan para mucho.
Una de las pocas conclusiones que se pueden sacar, en un principio, es que pese a la alerta en que se encuentra la policía, resulta imposible garantizar una plena seguridad. En Colonia o cualquier otra ciudad.