Beckham, back home

Beckham se retira. No del fútbol, para tranquilidad de los seguidores madridistas, ni de la selección británica, para alivio de los fans ingleses. El delantero traspasa sus obligaciones de capitán a alguien nuevo, quizás más joven- Beckham tiene ya 31 años-, y se coloca a partir de ahora al servicio del combinado nacional pero cómodamente off side, en vistas de que su gestión no logró acercar a los británicos a la deseada Copa del Mundo.

Con lágrimas en los ojos

La decisión no le ha resultado fácil. Después de seis años vistiendo el brazalete de primer jugador del equipo, cuesta desprenderse de la insignia. Pocas horas antes de regresar a casa, cabizbajos tras la eliminación a manos de Portugal, Beckham anunció que en la nueva etapa que comienza la selección británica- Eriksson abandona su puesto de entrenador-, él ya no será capitán. Con lágrimas en los ojos, la estrella leyó un breve comunicado.

"El 15 de noviembre del 2000, Peter Taylor me concedió el mayor honor de mi carrera al hacerme capitán de Inglaterra, mi gran sueño desde que era niño. […] Ha sido un honor y un privilegio haber capitaneado a nuestro equipo nacional y quiero subrayar que deseo seguir jugando para Inglaterra y ayudar al nuevo capitán y al nuevo entrenador, Steve McLaren, en todo lo que esté a mi alcance", declaró Beckham.

"Tomé esta decisión hace algún tiempo, pero quería anunciarla al final de una exitosa Copa del Mundo. Por desgracia, no va a ser posible. Ha sido la decisión más difícil de mi carrera, pero después de consultarla con mi familia y mis allegados, creo que ahora es el momento oportuno", añadió el delantero, que reconoció que él y el equipo se encontraban muy afectados por la eliminación: "lo sentimos mucho más de lo que la gente puede apreciar", dijo.