Banco alemán añade un escándalo económico a la campaña brasileña
20 de octubre de 2010La historia del año 2007 fue recuperada el pasado fin de semana por la revista "Época", que la calificó como "uno de los mayores escándalos del sector energético" de los últimos años.
El detonador fue una demanda del banco de fomento alemán KfW (Kreditanstalt fur Wiederaufbau) presentada el pasado agosto, en la que se ponen en juego maniobras criminales, millones de euros, el prestigio de KfW y cercanos colaboradores de la candidata presidencial oficialista Dilma Rousseff. El caso es delicado y genera muchos titulares.
Todo se remonta a la decisión del KfW de financiar una serie de centrales de biomasa en el sur de Brasil a través de su filial de financiación de proyectos y exportaciones KfW Ipex-Bank, por un total de 157 millones de euros (unos 219 millones de dólares). Los préstamos fueron a manos de dos empresas brasileñas con garantías de la Compañía de Generación Térmica de Energía Eléctrica (CGTEE), que pertenece a la mayor eléctrica brasileña, la estatal Eletrobras.
Nadie quiso haber oído de los avales
El escándalo se desató en 2007 cuando se interrumpieron los pagos y entró en escena la garantía. El problema fue que en CGTEE nadie había oído hablar -o quiso oír- de esos avales.
El proceso ocupó a la policía y la fiscalía, el Ministerio de Energía y el Tribunal de Cuentas, hubo detenciones y despidos en CGTEE. Pero, por lo demás, los responsables de la empresa brasileña se lavaron las manos alegando inocencia, también cuando a principios de junio de 2007 una delegación germana del KfW viajó al país para exigir el pago de más de 45 millones de euros en teoría avalados.
Los directivos de Porto Alegre echan la culpa a KfW, pues alegan que la entidad debería haber sabido que según la legislación local las empresas estatales brasileñas no tienen atribuciones para otorgar ese tipo de avales a empresas privadas.
El presidente del consejo de administración de CGTEE, Valter Luiz Cardeal de Souza, asegura hasta hoy que se enteró de las garantías el 1 de junio de 2007. En cambio, la revista "Época" cita la demanda de KfW, que trata un tribunal de Porto Alegre, en la que se afirma que Cardenal conocía perfectamente los hechos desde el principio.
Un asesor de la favorita
Lo más álgido del asunto es que el gerente es un asesor de la favorita para convertirse en la próxima presidenta del país, Dilma Rousseff, que se presenta a una segunda vuelta electoral el 31 de octubre.
Y más aún: la propia Rousseff habría sido informada del negocio durante una visita a Fráncfort el 30 de enero de 2006. Todo ello es negado ahora por CGTEE.
La sede de Ipex en São Paulo se niega a hacer declaraciones y remite a Fráncfort, donde tampoco quieren explayarse. "El proceso judicial está en marcha, por lo que KfW no puede hacer declaraciones sobre otros detalles", señala un comunicado. La CGTEE en Porto Alegre es menos tímida y envía a los interesados una cronología del caso de varias páginas junto con una amplia toma de posición.
"No es una demanda de indemnización, se trata sólo de daño moral", sentencia el portavoz de la empresa sobre la demanda, que dice sin embargo no conocer. La CGTEE fue víctima de acciones criminales y Cardeal pidió en persona las investigaciones, añade.
Los frentes se han endurecido y el clima entre los adversarios se ha enrarecido. Es poco probable que la campaña electoral brasileña sirva para aclarar el asunto.
dpa
Editor: Pablo Kummetz