Austria de luto
7 de julio de 2004Las banderas austríacas se encuentran a media asta. A 36 horas de terminar su mandato presidencial, Thomas Klestil, el jefe de Estado austríaco, falleció debido a un fallo multiorgánico. El lunes había sufrido dos paros cardíacos, y a pesar del esfuerzo médico, su estado fue empeorando a lo largo del martes.
Su sucesor, Heinz Fischer, quien tomará el jueves posesión de su nuevo cargo, subrayó en la personalidad de Klestil su sentido de la responsabilidad; “cumplió con su deber hasta su último suspiro”. Por su parte, el canciller austriaco, Wolfgang Schlüssel, cuyas diferencias con Klestil fueron frecuentes y del dominio público, recalcó que con la desaparición del mandatario, Austria “pierde a un europeo convencido”.
Aceitando el parquet internacional
Durante los casi doce años que ocupó Thomas Klestil la silla presidencial austriaca, el prestigio internacional de su país fue uno de las labores a las que más cuidado dedicó: más de cien viajes oficiales sacaron a Austria del aislamiento, en el que la había sumido el pasado nazi de Kart Waldheim, su antecesor en el cargo.
Carrera rutilante
Proveniente de familia modesta comenzó su carrera en 1957 como empleado de la oficina de Asuntos Comerciales de la Cancillería y fue escalando hasta llegar a diplomático de su país. Su último cargo en el exterior lo asumió en 1982 en calidad de embajador de Austria en Washington. Cuando lanzó su candidatura para presidente por el conservador Partido Popular Austriaco, Klestil ocupaba el cargo de Subsecretario de Exteriores.
Curso inesperado
Si bien la salud de Klestil ya estaba afectada por las secuelas de una neumonía atípica que sufrió en 1996, la noticia de su repentina muerte sorprendió. La ciudadanía y la clase política local han lamentado la pérdida de uno de los presidentes más populares y prestigiosos de esta república, a pesar de las enemistades y las tensiones políticas que soportara en el último tiempo, debidas básicamente a sus discrepancias con el gobierno del canciller Schlüssel y a la coalición del Partido Popular Austriaco con el ultranacionalista Partido Liberal del controvertido Jörg Haider.