Al comienzo de la crisis europea, pasó mucho tiempo hasta que la canciller federal se decidió a intervenir. El lema era "prudencia", hasta que Merkel empezó su férrea defensa de la austeridad. Su postura le ha acarreado duras críticas de muchos políticos europeos, desde el principio se ganó la calificación de "canciller de hierro", una especie de ama de casa ahorradora y estricta.