Alemania: ¿Se acaba el estudio gratuito?
3 de agosto de 2004Algunos ponen el grito en el cielo ante lo que consideran el intento de erosionar el Estado de bienestar. Otros justifican la iniciativa que serviría para garantizar la viabilidad económica y la calidad académica de las universidades alemanas.
El Tribunal Constitucional deberá decidir sobre la iniciativa presentada por seis estados federados alemanes, todos ellos gobernados por la oposición conservadora.
Entre cálculo económico y trato equitativo
Al mejor estilo federal, los estados que elevaron la demanda exigen poder determinar de manera autónoma el nivel de las colegiaturas para el estudio universitario.
Aplicando la lógica económica, hay quienes sostienen que el pago de una colegiatura establece una relación más cercana entre los estudiantes y las universidades. Los estudiantes tienen así argumentos para exigir excelencia académica a los centros de formación, que a su vez dispondrían de mayores recursos para mejorar su infraestructura y los materiales ofrecidos.
Por el contrario, desde Berlín se sostiene que la prohibición de colegiaturas garantiza la igualdad de oportunidades para todas las clases sociales. Fomentando la decisión por un estudio académico se puede revertir la tendencia a números decrecientes de estudiantes, dicen las autoridades en la capital.
Los vecinos ya cobran
Más allá de las fronteras alemanas hay numerosos ejemplos que sirven de aliciente para abandonar el sistema gratuito de enseñanza superior. Gran Bretaña encabeza la lista. Luego de una reforma controvertida de principios de año, a partir del 2006 las universidades tendrán la libertad de decidir cuánto cobran por año. La colegiatura anual podrá oscilar entre unos US$ 2.000 y US$ 5.100, que se cobran una vez que se ingrese en la vida laboral.
Mientras que en Italia se cobra hasta US$ 900 por año académico, en España el panorama es menos claro. En el país ibérico la colegiatura depende de la universidad, la materia que se estudie y del año que se esté cursando. Estudiar medicina es lo más caro, con más de US$ 1.000 en le primer año, US$ 1.200 en el segundo y unos US$ 1.700 en el tercero.
Los más modestos parecen ser los franceses, cuyas autoridades univeritarias se conforman con una cuota de matriculación anual de US$ 180 para licenciaturas, US$ 220 para un "máster" y US$ 350 por año para doctorados.
La oposición muestra unidad
Los expertos en educación de los partidos conservadores alemanes están convencidos de que "las colegiaturas pueden elevar la calidad del estudio", como afirma Katherina Reiche de la Unión Cristianodemócrata. Por su parte la secretaria general del Partido Liberal, Cornelia Pieper, sostiene que en un sistema federal "este tema es competencia de los gobiernos regionales".
En cambio la gobernante coalición "roji-verde" se muestra menos unida. Mientras que el diputado socialdemócrata Hans-Peter Bartels califica el pago de una cuota como una "valla psicológica para estudiar", hay voces disonantes dentro de su propio partido y también en el Partido Verde, como Krista Sager. La jefa de la bancada del partido ecologista no cree que se pueda mantener la reglamentación actual de una carrera gratuita para todos.
La decisión del Tribunal Constitucional se espera para finales de año. Si es favorable a los demandantes, podría entrar en vigor para los cursos lectivos del 2005, al menos en aquellos estados federados alemanes que llevaron el caso ante los jueces.