Alemania en el contexto europeo
26 de septiembre de 2002En la capital británica, el periódico The Guardian considera que, tras la reelección de Schröder, se plantea nuevamente, esta vez en forma positiva, el papel de Alemania en Europa. "Con su resistencia contra los aventureros planes estadounidenses ha surgido al primer plano una fuerte identidad alemana; una identidad ligada a la paz y no a la guerra. Schröder se ha convertido también en portavoz de un orden mancomunado europeo, que se ve amenazado por el eje Blair-Bush. La "cuestión" alemana de tiempos pasados ha sido reemplazada por la "cuestión estadounidense". El primer ministro Tony Blair busca liderazgo al otro lado del Atlántico; el resto de nosotros dirige la mirada más allá del Rin".
Preocupaciones compartidas
Le Monde, de París, estima que a París no le ha venido mal la actitud de Berlín con respecto a los planes de Bush de atacar a Irak. "Joschka Fischer y Gerhard Schröder han expresado en las semanas pasadas preocupaciones que comparten muchos europeos, más sensibles que el grueso de la opinión pública estadounidense al sufrimiento adicional que provocaría a la población civil un ataque contra Irak; más receptivos a la incomprensión y las frustraciones del mundo árabe y musulmán; y más exigentes al preguntarse por qué y cómo, y qué vendrá después de una guerra en Irak. No es improcedente en Europa que esta alarma sea dada por voces oficiales, que representan a sectores mucho más amplios que únicamente el de los pacifistas alemanes".
Larga serie de discrepancias
El diario La Repubblica, de Roma, comenta al respecto: "La pugna en torno a una guerra contra Irak demuestra el margen de maniobra de Europa frente a Washington. Es, además, la manifestación más reciente de una larga serie de profundas discrepancias entre la Casa Blanca y el gobierno de Schröder y Fischer, que abarca desde la protección del medio ambiente hasta el tema del Tribunal Penal Internacional, a cuya jurisdicción pretende sustraerse Estados Unidos. Berlín cifra sus esperanzas en dos tácticas: la oferta de asumir, junto con Holanda, la comandancia de las tropas de paz en Afganistán; y la posibilidad de asumir el papel de un mediador internacional fiable, cuando Alemania asuma en enero un puesto entre los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, esta segunda tarea amenaza con volverse aún más difícil si se pone en marcha una guerra contra Irak".
El vuelco estadounidense
En Alemania, el periódico Braunschweiger Zeitung apunta al problema que antecedió a todos los roces entre Alemania y Estados Unidos: "El vuelco, de una lucha conjunta contra el terrorismo hacia una guerra preventiva contra Irak, se produjo en Washington sin previa consulta a los países amigos. Si un aliado adopta otra posición, no merece ser repudiado por ello - menos si, como Alemania, ha secundado a Estados Unidos lealmente en la guerra contra el terrorismo y otras misiones, aportando 10 mil soldados. El gobierno estadounidense da por el momento la impresión de que todo eso es irrelevante cuando surgen réplicas".