A pasos lentos
24 de abril de 2003El diario suizo Neue Züricher Zeitung advierte sobre el corto plazo que le queda al nuevo primer ministro palestino: "La lucha entre Arafat y Abu Mazen no fue sólo una lucha por el poder. Las diferencias están en la estrategia con la cual los palestinos quieren conseguir su propio estado. Los símbolos de la doble estrategia de Arafat fueron el Kalashnikov y el ramo de olivo. A la vez apoyó la lucha armada y ofreció la paz. Arafat aprobó el plan de paz de Oslo porque le concedió el control sobre miles de oficiales de seguridad. Con ello, Arafat pudo mantener el Kalashnikov en su mano. (...) Los palestinos medirán el nuevo primer ministro por su capacidad de librarlos del yugo de la ocupación israelí. Si Abu Mazen no consigue presentar éxitos a corto plazo, muchos palestinos podrían volver al Kalashnikov como única opción realista."
Sin ilusiones
El diario español El País opina: "El acuerdo para la formación de un Gobierno palestino bajo la dirección de Abu Mazen abre, finalmente, la posibilidad de poner en marcha un nuevo proceso de paz entre israelíes y palestinos. Al aceptar un nuevo Ejecutivo con un primer ministro, el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, queda de hecho marginado. Ése era uno de los objetivos de la operación: desactivar a Arafat, relegándolo a un papel de referente. (...) Se abre una esperanza esencial para la estabilidad de la zona, aunque no conviene hacerse excesivas ilusiones. Ésta es una partida a varias bandas, y Sharon controla más de una. Los asesinatos selectivos, la continua destrucción de viviendas palestinas en Gaza y la influencia de EE UU, que tiene el año próximo elecciones presidenciales, junto al terrorismo palestino, no facilitan la paz. Pero se ha abierto una puerta."
Un primer ministro débil
El rotativo alemán Kölner Stadt Anzeiger escribe: "El póquer palestino por el poder reveló que no es tan fácil marginar a Yasir Arafat. El número dos de la OLP, Abu Mazen, tuvo que sentir la consecuencias del enfrentamiento con Arafat. Sólo la presión masiva desde el exterior puede salvar a Mazen a largo plazo. Un hecho que precisamente no favorece su credibilidad entre los palestinos. Los moderados sólo tendrán una oportunidad en cuanto no dependan demasiado ni del exterior ni de Arafat. Eso, por cierto, sólo lo asegurarían elecciones libres. Algo que, por el temor de una victoria triunfal de los islamistas radicales, todos quieren evitar."
¿Esperando a Godot?
El diario británico The Times se muestra escéptico: "La decisión palestina sólo es el punto de partida para las negociaciones y no una señal de que las soluciones sean ahora fáciles y rápidas. Además, la retirada de Yasir Arafat no debe ser temporal sino definitiva. Existe el peligro que Israel se vea presionado a hacer concesiones antes de que el nuevo Gobierno palestino haya demostrado su habilidad de contener el terrorismo y acabar con la corrupción. Hasta ahora, Arafat no ha saboteado las esperanzas de paz, pero su sombra sigue pesando sobre la región."