Por tercera vez
11 de julio de 2011Publicidad
De ella se suele decir que tiene al partido atado y bien atado. Una vez que Angela Merkel logró imponerse a la tradicional cúpula masculina de la Unión Democratacristiana (CDU), sin prisa pero sin pausa se ha ido labrando un puesto firme al frente de la formación conservadora. A ésta, la “niña de Kohl”le ha impregnado su estilo –volátil, pragmático y fluctuante- que a muchos irrita pero para el que no parecen existir alternativas.
Cuatro veces logró salir elegido su mentor, Helmut Kohl, de unos comicios germanos. Decidida le sigue Merkel los pasos, y ha anunciado ya su intención de presentarse de nuevo como candidata electoral a la próxima cita con las urnas, que en Alemania no tendrá lugar hasta 2013. Con ello demuestra su poder de puertas para adentro, analiza el diario Rhein Neckar Zeitung, y cuando su popularidad ya no es la que era, le envía un claro mensaje a los “barones” sentados en las filas propias que nunca vieron con excesivos buenos ojos su mandato. De vez en cuando cabe recordar quién lleva puestos los pantalones.
¿A quién le importan las encuestas?
Abriendo el debate sobre una posible rebaja impositiva –la promesa central de los liberales en la última campaña electoral- se trata de compensar ahora la crisis por la que pasa el socio menor de la coalición. Pero nadie cuenta con que la discusión otorgue resultados antes de que la política cierre por descanso veraniego. Esto, sumado a que muchos ciudadanos ven con recelo la medida, no hace mejorar las cifras que lanzan encuestas.
Según los estudios de intención de voto publicados recientemente, si los comicios se celebrasen en este julio de 2011, socialdemócratas (SPD) y verdes obtendrían juntos (y en un reparto casi a la par: entre el 27% y el 26% para el SPD; entre el 23% y el 21% para los ecologistas) mayoría suficiente para instalarse en la cancillería, mientras que los liberales apenas lograrían representación parlamentaria (5%) y los partidos cristianos alcanzarían a reunir alrededor del 33% de los sufragios.
Dependiendo de la empresa que emita los datos, también se lee en ellos cierta ventaja de las caras socialdemócratas frente a Merkel. Pero las encuestas “no me inquietan demasiado”, asegura la canciller. Más le preocupa, dice, que el SPD “me ponga un rival para las próximas elecciones”.
¿Merkel vs. Steinbrück?
Sin embargo, Merkel ha abierto con su anuncio la veda y todos quieren saber quiénes compiten. En tiempos de crisis, la sobriedad de Steinbrück parece reclamada, aunque en el tema de la justicia social (fundamental para la socialdemocracia) le resultaría difícil puntuar, advierten los expertos. Frank-Walter Steinmeier, que ya tuvo la oportunidad de enfrentarse a Merkel en los comicios de 2009, se baraja igualmente como aspirante, y casi con los mismos déficits que demuestra Steinbrück. “Todos me son conocidos, así que esperemos a ver qué pasa”, sentenció por su parte Merkel.
¿Y si el canciller fuera verde?
Esto les ha traído lo que hace sólo unas décadas se hubiera descartado por imposible: el poner al jefe de un Gobierno regional y convertirse en el socio “grande” de una coalición, como sucedió a finales de marzo de este año en el Estado de Baden-Wurtemberg. Que algo semejante pueda repetirse a nivel nacional no se tiene por probable, pero verdes y socialdemócratas se acercan hasta casi toparse en los porcentajes de intención de voto.
Así, la cuestión de quién dirigirá la campaña de esta “tercera formación” no deja de tener su interés. Y también aquí ha empezado a girar la ruleta nominativa, pese a que tampoco la directiva del partido quiere que dé tan pronto el pistoletazo a los duelos. Los personajes con opciones son varios, e incluso el antiguo ministro de Exteriores y mítico político Joschka Fischer adquiere, pese a su retiro, un lugar entre ellos.
Autor: Luna Bolívar Manaut
Editor: José Ospina Valencia
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