54, 74, 90 y… 2006
18 de junio de 2006
"54, 74, 90, 2006: Sí, aquí estamos todos de acuerdo. Con el corazón en la mano y la pasión del balón, seremos campeones del mundo". Y eso es lo que quiere el fan: un poco de optimismo a ritmillo bailable.
La canción, ante el fracaso del himno oficial del Mundial escrito por Herber Grönemeyer, se escucha en los estadios, en las calles, en las radios e incluso la combinación de fechas en que Alemania fue, y según las esperanzas será, campeona del mundo, aparece ya impresa sobre camisetas y banderas.
Todo lo que le falta al himno
Herber Grönemeyer no es ningún novato en esto de la música. Sin embargo, no es lo mismo componer un disco que llegar al corazón del hincha. "Sportfreunde Stiller" ha logrado combinar todos los ingredientes del éxito que le faltan al himno oficial: un estribillo pegadizo, ritmo que invita a bailar en los momentos de euforia futbolística y un texto con gracia que juega a favor de la memoria, independientemente de las condiciones de embriaguez en que se encuentre la mente.
Primero fue goleo, la mascota del Mundial, cuyo creador se encuentra al borde de la ruina porque el león y su pelota parlanchina no se venden ni en plena fiebre de comparar todo lo que tenga que ver con el fútbol, incluidos los artilugios más absurdos.
Y ahora, el himno también fracasa. Pero los alemanes no se dejan arrebatar la alegría de celebrar un Mundial en casa y buscan buenas alternativas, como… "54, 74, 90, 2006: Sí, aquí estamos todos de acuerdo. Con el corazón en la mano y la pasión del balón, seremos campeones del mundo".