20 años luego de la aplicación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el mundo empresarial habla de éxito. De hecho el volumen de intercambio entre los tres países de ha triplicado. Sin embargo esta bonanza esconde fracasos y retos pendientes como la movilidad laboral, la política energética y el tráfico ilegal de drogas y armas.